Siempre que yo la nombro, con cariño,
ella corre a buscar mi compañía...
Y se acerca a mi lado como un niño
que necesita un poco de alegría...
Comprendo que por ella
estoy sintiendo
un afecto profundo, verdadero,
al que Pepita está correspondiendo
con ese mismo amor, puro, sincero…
Si… una pena mi alma no mitiga,
como si fuera confidente amiga,
le cuento mis tristezas a Pepita…
Y me conmueve oír cómo palpita,
con un dolor que a compasión obliga,
el tierno corazón de mi PERRITA...