El gobierno alemán quiere "detener las acciones de Trump" porque la vacuna se está desarrollando "para todo el mundo" y no en exclusiva para EE.UU.
Las autoridades de Alemania se oponen a la compra con derechos exclusivos por parte de Estados Unidos de una vacuna contra el coronavirus que está desarrollando una empresa farmacéutica germana.
El presidente Donald Trump supuestamente ofreció 1.000 millones de dólares a la compañía CureVac, con sede en Tubinga (estado federado de Baden-Wurtemberg), a condición de que el país norteamericano accediera el primero al tan esperado fármaco, según publicó este domingo el periódico Die Welt am Sonntag. Berlín considera especialmente problemático no solo que se negocie la compra de la futura vacuna, sino que esta pueda acabar siendo "solo para Estados Unidos".
Según el medio, mientras que el mandatario estadounidense está "haciendo todo lo posible" para conseguir la vacuna, los esfuerzos del Gobierno germano buscan "detener las acciones de Trump". La empresa en cuestión trabaja en cooperación con el Instituto Paul Ehrlich de Vacunas y Medicamentos Biomédicos, que pertenece al Estado, pero ella misma privada y está participada por el fundador de Microsoft, Bill Gates.
"No habrá adquisición"
El Gobierno "podría prohibir la venta en cualquier momento", escribe el periódico, señalando que esto solo sería posible "bajo condiciones especiales". La semana pasada, CureVac y los ministerios de Salud y de Economía del país mantuvieron una negociación sobre este asunto sin llegar a cerrar ningún acuerdo.
El ministro de Salud alemán, Jens Spahn, aseguró que "no habrá adquisición" de CureVac por parte de EE.UU. y subrayó que la compañía ha estado desarrollando la vacuna "para todo el mundo y no para países individuales".
Por su parte, AFP informa que la noticia de la propuesta de Trump provocó gran malestar en Berlín, mientras que un funcionario estadounidense entrevistado por la agencia sostiene que el reporte es "salvajemente exagerado". La fuente confirmó que el Gobierno de EE.UU. "ha hablado con muchas compañías que afirman que pueden ayudar con una vacuna", precisando que estas en su mayoría son estadounidenses o usan fondos de inversión del país norteamericano.
Cierre de lugares públicos
En un esfuerzo por contener la propagación del coronavirus en EE.UU., varios gobernadores y alcaldes han ordenado —o pedido— el cierre de restaurantes, bares y escuelas.
"El tiempo de la persuasión y de los llamados a la población ha terminado", declaró el gobernador de Illinois, Jay Robert Pritzker, quien afirmó que no se trata de una broma, porque "nadie es inmune a esto", según recoge AP.
Su homólogo de California, Gavin Newsom, solicitó el cierre de bares y restaurantes, mientras que en la ciudad de Nueva York solo se admitirá que sirvan los pedidos con reparto a domicilio o para llevar. El alcalde neoyorquino, Bill de Blasio, decretó el cierre temporal de salas de cine, centros de ocio nocturnos y otros lugares públicos.
A nivel federal rige asimismo desde este domingo una recomendación de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de cancelar o posponer actividades con más de 50 personas.