Tendido en la noche más cercana,
Hundido en el día asediado de sal,
Consumido por la flama del tiempo,
Golpeado por las ramas de tu visión.
La luz no brinda todo lo sensible.
Ni difractada por sus colores
No encuentro el néctar derramado
Por la bobina de lo visible.
Hoy...Olvidé su gusto.
Ayer...Recordé su olor.
Mañana...Escucharé su voz.
No hay extremos que nos conecté.
Existe si, el alma es propio de ello
Y el presente no lo impide.
Buscando en el firmamento,
Desterrando mi actualidad en el próximo pasado.
Ocultando mi deseo por ti,
Caminando estos días por ti.
Anhelando otra vez,
aquellos labios que perdí
y que me perdieron en la inmensidad de la Tierra.
Encontrando su motor al latir de mi corazón.
Autor: Jasiel René Loza Camacho