Hombres mudos con tapaboca,
ciudades inertes mirando
habitantes fantasmas.
Calles que gritan soledades despiertas,
árboles silenciosos,
bullicio cercenado.
Fantasmas del miedo por todas partes
ululando,
¡muerte!
¡muerte!
Lágrimas de sal saltando
a su alrededor.
Incertidumbre
de destino cierto.
Música apagada,
alegría velada;
vida social que se acaba.
¡Habla ciudad, habla!
Como antaño
cuando era felices los hombres
y disfrutaban en tus aceras.
El virus cortó tus alas,
pero no tus sueños.
Adiós a tus vestidos festivos,
a tus mercados bullangueros,
a tus fiestas de luces,
a tu vida nocturna y diurna generosa.
¡Calla ciudad!
Haz luto a tus muertos,
a tu yo superior,
a tu desenfreno.
No lloraré por ti:
quizás sea necesario que guardes tu voz
y medites en tu interior:
¿Quién eres, para qué vives?
Ciudades fantasmas,
espejo
de una tierra
en profundo colapso.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados