Cuando la policía llegó a su casa, para arrestarla, el agente le preguntó:
¿Dígame señora qué fue lo que robo?
Ella llorando respondió:
Cinco huevos para alimentar a mis hijas y nietas.
El policía subió a su patrulla y se fue hasta el supermercado
pago lo que había sustraído la señora