Me voy de viaje
Después de tantos años de preparación, ya estoy lista para hacer el viaje. He aprendido a comunicarme en ese idioma que trasciende más allá del significado. Mis ojos podrán distinguir esa masa gelatinosa que conforma a los que me encontraré.
Espero que esas criaturas vivas no se desconcierten con la forma tan definida de mi cuerpo sólido, aunque sabemos que estoy hecha de un 80 % de agua, agua de mi planeta. Aunque tampoco estoy segura de si a otras presiones atmosféricas lejos de este espacio del universo, este cuerpo mantendrá la forma a la que estoy acostumbrada cuando me miro a un espejo.
Debería estar ansiosa, pero no lo estoy. Tengo una extraña convicción de que donde llegue encontraré las mismas preocupaciones que en esta Isla tropical. Estoy convencida que cualquier forma de vida, cualquier creatura, siempre busca la felicidad y la paz, fuente y esencia infinita del Creador, aunque sea muy difícil vencer la inclinación a la dejadez y el egoísmo, razón de ser que justifica todo hoyo negro.
Arranco mi nave, y voy encomendando mi viaje a la Gran Energía positiva del Universo, confío en que me lleve directo a ese lugar de absoluta belleza.
Carmen Amaralis Vega Olivencia