LAS ULTIMAS GAVIOTAS
Sé que otra vez
me crecerá la soledad
llena de tu amor,
y afuera la esquina de las ausencias
rozará la piel de los atardeceres.
En este desierto
el rosario del amor no es promesa,
aún la luz de tus ojos alumbra el puerto
pero aquí ya nada sucede,
ni la lluvia baila a ser feliz.
Tengo el cielo entristecido
olvidándome,
y las últimas gaviotas
besan el oleaje de mi corazón desnudo
una y otra vez.
A.D
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