Miles de personas se manifestaron en Barcelona para reclamar que el 1 de octubre se celebre el referéndum independentista, en el cual los soberanistas esperan lograr la secesión de España, una aspiración anulada de antemano por el Tribunal Constitucional y rechazada por el Gobierno y los principales partidos del país.
Vista de la plaza de Catalunya de Barcelona durante la tradicional manifestación convocada por la ANC con motivo de la Diada del 11 de septiembre (2017) Imagen: EFE
Cataluña celebra hoy la Diada, la conmemoración de la derrota militar que el 11 de septiembre de 1714 sufrieron las fuerzas catalanas que apoyaron al archiduque Carlos de Austria durante la Guerra de Sucesión al trono de España, frente a las de Felipe V de Anjou, quien finalmente se impuso, y fue el primer Borbón de esta casa reinante.
Mientras la Asamblea Nacional Catalana (ANC), la organización creada en 2011, estimó que más de medio millón de personas gritaron esta tarde en Barcelona “votaremos, quieran o no quieran”, la Guardia Urbana elevó esa cifra a un millón de personas.
La movilización, que este año se había propuesto llenar de arriba abajo el Passeig de Gràcia y la calle Aragó, formando una gran cruz con esas dos grandes arterias perpendiculares, para simbolizar un signo positivo en favor de "la democracia y la libertad", se inició a las cinco de la tarde con un minuto de silencio en memoria de las víctimas de los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils (Tarragona).
En conmemoración al 11 de septiembre de 1714, a las 17,14 las pancartas gigantes desplegadas en cada uno de los cuatro extremos de la manifestación -con los lemas Paz y libertad, Referéndum es democracia y Sí- empezaron a avanzar hacia el punto de confluencia: el cruce entre Gràcia y Aragó.
Muchos de los manifestantes se vistieron con la camiseta oficial verde fluorescente distribuida por la ANC, en homenaje a los voluntarios que en los últimos años han colaborado en la celebración de las movilizaciones del 11 de septiembre.
La Diada de este año es plenamente reivindicativa y tiene lugar a veinte días del referéndum convocado por la coalición de fuerzas independentistas que gobierna Cataluña y rechazado por la Justicia española.
Los secesionistas, que son mayoría en el Parlamento regional pero en las elecciones autonómicas de finales de 2015 no llegaron al 48 por ciento del voto popular, se muestran decididos a mantener la convocatoria, vista como un desafío por el Gobierno español.
La respuesta del Ejecutivo de Mariano Rajoy, con el respaldo de los socialistas y los liberales, ha sido la de recurrir a la Justicia, que ha anulado el referéndum y ha presentado querellas contra miembros del Gabinete catalán y la presidenta del Parlamento regional por los delitos de desobediencia, prevaricación y malversación en relación con la convocatoria del referéndum.
Los soberanistas, por su parte, han trasladado así su desafío a las calles, y el presidente regional catalán, Carles Puigdemont, ha animado a sus seguidores a que se dirijan a los alcaldes de los municipios que no quieren participar en la organización del referéndum para instarles a colaborar.
La mayoría de esos alcaldes son socialistas ya que el conservador PP, que gobierna en España, es minoritario en Cataluña, y las palabras de Puigdemont han sido interpretadas por líderes del PSOE como un intento de presión inaceptable.
La incógnita es la actitud de la alcaldesa de Barcelona, la izquierdista Ada Colau, que está al frente de un municipio de 1,6 millones de personas y cuya decisión parece crucial, por la importancia de la ciudad.
Colau navega entre dos aguas, sin decantarse claramente, y hoy dijo que hará "todo lo posible" porque se vote el día 1 pero sin poner en peligro a los funcionarios, a los que la Justicia podría sancionar si colaboran con un referéndum ilegal.
BARCELONA (Sputnik) — El expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, inició el 25 de julio el congreso fundacional de su nuevo partido Junts per Catalunya (JxCat), que busca ser un eje central para el independentismo catalán.
"Nuestra aspiración es reforzar la alianza de quienes estamos en el mismo bando. Por eso nos llamamos Junts per Catalunya [Juntos por Cataluña], siempre tendremos las puertas abiertas a quien comparta la necesidad de sumar para ser más fuertes", afirmó Puigdemont en el acto de presentación, al que compareció de forma virtual desde Bruselas.
El predecesor de Quim Torra vive en Bélgica desde otoño de 2017, cuando huyó de España para evitar ser juzgado por la convocatoria del referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre de ese año.
Por la organización de la consulta y la posterior declaración unilateral de independencia fueron condenados por el Tribunal Supremo de España una docena de dirigentes independentistas, nueve de los cuales formaban parte del Ejecutivo de Puigdemont.
Tres años más tarde, el exlíder catalán pone en marcha una nueva herramienta política que no quiere ser "sectaria ni excluyente" con la esperanza de atraer afiliados del casi desintegrado Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCat), sucesor de la antigua Convergencia Democrática de Cataluña (CDC).
"No nos sobra nadie, nos necesitamos todos", trasladó a todos los que se sitúan en "el mismo bando", es decir, los partidarios de la independencia de Cataluña.
El proceso fundacional del nuevo partido independentista se alargará hasta el próximo 3 de octubre, cuando quedará definida su estructura, ideología y objetivos.
De momento, cuenta ya con unos 2.500 afiliados aunque no está clara su estrategia más allá de los objetivos de culminar el proceso independentista.
La marca JxCat fue creada para las elecciones del 21 de diciembre de 2017 en Cataluña, cuando Puigdemont ya estaba en Bélgica y encabezó la lista a distancia.
Actualmente, Junts per Catalunya gobierna bajo el liderazgo de Quim Torra y en coalición con Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), formación que dirige desde la cárcel el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras.
En declaraciones a la prensa en una visita a la ciudad de Girona aprovechando su reciente régimen de semilibertad, Junqueras deseó "suerte" a Puigdemont y definió la nueva fuerza como la "centro-derecha del independentismo".
El exvicepresidente defendió su propuesta "republicana" frente a la centro-derecha que ha tenido que "reorganizarse" en varias ocasiones, de cara a las elecciones que tendrán lugar este año en Cataluña.
Los comicios que anunció en enero el presidente Torra no cuentan todavía con una fecha, aunque los medios catalanes especulan que podrían celebrarse el próximo octubre.