Después de años construyendo la figura de Juan Carlos I como un personaje cercano, afable y campechano, incluso llevando a la sociedad española a declararse 'juancarlista' más que monárquica, tan solo han hecho falta unos meses para destruir lo que tantos esfuerzos había costado tras la muerte de Francisco Franco.

"Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir". Sin duda estas palabras marcaron un antes y un después para el entonces rey Juan Carlos I, que tuvo que pedir perdón por matar a un elefante en un viaje a Botsuana, que realizó en plena crisis económica y con el rescate de Bruselas planeando sobre España. Además de regresar con una cadera rota, tras el viaje trascendió su supuesta relación sentimental con Corinna Larsen.

Lo que no se sabía en aquel momento era que, después del escándalo de Botsuana, en el verano de 2012, el rey Juan Carlos se habría visto obligado a disolver la sociedad Lucum Foundation y el resto de una estructura 'offshore' en la que, presuntamente, ocultaba su fortuna. También habría tenido que cerrar la cuenta suiza vinculada a la fundación, que disponía de 65 millones de euros, los cuales fueron enviados a una cuenta en Bahamas propiedad de Corinna.

Pero la historia es más compleja y empieza años antes: el 8 de agosto de 2008, cuando Arturo Fasana, uno de los supuestos testaferro del rey, ingresó en la cuenta de Lucum en la banca privada Mirabaud 100 millones de dólares (casi 65 millones de euros al cambio de entonces) procedentes de Arabia Saudí.

100 millones de dólares: ¿regalo, comisión o donación?

Lucum Foundation es una estructura 'offshore' que supuestamente permitió al entonces rey esconder los casi 65 millones de euros recibidos de Arabia Saudí. La existencia de esta sociedad salió a la luz cuando el fiscal suizo Yves Bertossa estaba investigando al gestor financiero Arturo Fasana en 2018. Según los documentos que recoge 'El Confidencial', Lucum fue creada el 31 de julio de 2008 por Fasana y el abogado Dante Canónica, a quien el fiscal también investiga junto a Corinna Larsen.

Fue en marzo de 2011 cuando se formalizó un acta en el que se deja constancia de que el auténtico titular de la fundación es "S.M. Juan Carlos I, rey de España", un acuerdo privado que vincularía a Juan Carlos I con la gestión de la estructura 'offshore'. En él también aparecía el actual rey de España, Felipe VI, como segundo beneficiario de la fundación, según desveló el diario británico 'The Telegraph' el 14 de marzo de 2020.

La Casa Real no tardó en actuar y, un día después, Felipe VI renunció a la herencia de su padre, "a cualquier activo, inversión o estructura financiera" que no fuera legal ni "en consonancia con los criterios de rectitud e integridad". Además, en el mismo comunicado le retiraba al rey emérito la asignación fijada en los Presupuestos Generales (más de 190.000 euros anuales).

Pero, ¿de dónde salieron los 100 millones de dólares de la cuenta suiza de Locum? Fasana aseguró en su declaración ante el fiscal de Ginebra, en septiembre de 2018, que no existe un "documento oficial" que demuestre que los millones fueron un "regalo" a Juan Carlos I del rey de Arabia Saudí. Un dinero que Juan Carlos l no habría declarado: "Que yo sepa", testificó.

También ante el fiscal suizo, el abogado Dante Canonica afirmó que el rey emérito habría pedido que le crearan "una estructura" en Suiza para guardar una "importante donación" que iba a recibir del rey de Arabia Saudí. Y el banco suizo en el que se creó la cuenta reflejó el ingreso como una "cantidad enviada por el rey Abdalla de Arabia Saudí como regalo según la tradición saudí", según el informe de apertura de la cuenta.

Sin embargo, el fiscal Bertossa sospecha que la cantidad ocultada por el rey emérito con la ayuda del abogado y del gestor de fortunas pudo ser una retrocomisión pagada por el consorcio de empresas españolas que resultaron adjudicatarias del tren AVE entre Medina y La Meca, según figura en la declaración.

El dinero de la cuenta de Suiza: al cierre, para Corinna

Cuando se cerró la cuenta de la fundación Lucum en 2012 tras el escándalo de Botsuana, en plena crisis económica y con el rescate de Bruselas planeando sobre España, todavía había en ella más de 60 millones de euros, que fueron a parar a una cuenta en las Bahamas, propiedad de Corinna.

Un "regalo" que Juan Carlos le hizo "por gratitud, por amor", para asegurar su futuro y el de sus hijos, pero no para deshacerse del dinero, según las propias palabras de la empresaria ante la Fiscalía suiza en 2018. Un obsequio que, según Corinna informó a la Casa Real en 2019, el rey Juan Carlos le reclamó, después de abdicar como rey.

Sin embargo, antes de este movimiento de efectivo, el rey Juan Carlos también habría extraído cinco millones de euros del fondo suizo, según documentos publicados por 'El Confidencial'. Pero los movimientos fueron constantes durante los cuatro años en los que la cuenta de Lucum estuvo abierta.

Juan Carlos I habría sacado 100.000 euros al mes en metálico bajo el concepto "gastos personales" de su cuenta suiza entre 2008 y 2012, cuantías que no habrían sido declaradas a Hacienda, según apuntó Arturo Fasana en su declaración ante el fiscal suizo. El entonces rey de España dispuso de 1,5 millones de euros en esa cuenta solo en 2010, año en el que el monarca, en su discurso de Navidad, hablaba de "honradez": "No caben actitudes individuales ni colectivas de indiferencia ni de egoísmo", decía, para concluir con: "es preciso fomentar el ejercicio de grandes valores y virtudes como la voluntad de superación, el rigor, el sacrificio y la honradez".

El monarca también habría introducido en España miles de euros en fajos de billetes a través del aeropuerto de Barajas. El abogado Dante Canonica habría sido el encargado de desplazar dichos fondos de las cuentas suizas hasta el Palacio de la Zarzuela para que el monarca tuviera acceso en mano a la fortuna que poseía en el extranjero, según revelan documentos de la investigación suiza publicados por El Confidencial.

A pesar de que la normativa europea no permite introducir más de 10.000 euros desde cualquier país ajeno a la UE, el testaferro introdujo cantidades que oscilarían entre los 200.000 y los 300.000 euros, de acuerdo con los documentos del citado medio.

Una parte de la causa suiza por las comisiones del AVE a La Meca ya está en manos de la Fiscalía del Supremo, que se ha hecho cargo de la investigación al rey por los presuntos delitos fiscales y de blanqueo de capital cometidos después de 2014, tras abdicar y perder la inviolabilidad. Según ha podido saber laSexta, se están investigando dos ingresos: los 100 millones de dólares que habría recibido el rey de Arabia Saudí en 2008 y los 65 millones de euros que el rey traspasó a Corinna en 2012.

La documentación recibida desde Suiza se está traduciendo y se va a enviar al fiscal del Tribunal Supremo Juan Ignacio Campos. Sin embargo, de momento no recibirá la declaración de Corinna, que se niega a que se envíe a la justicia española, situación que permite la ley helvética.

Las grabaciones de Villarejo y Corinna: el inicio de la investigación en España

En 2016, la publicación de las grabaciones de una conversación de Corinna con el excomisario José Manuel Villarejo, en prisión provisional desde 2018 por varios delitos de corrupción que se le imputan, también ha ayudado a que la imagen del rey emérito y de la monarquía se debilite cada vez más.

Las primeras grabaciones salieron a la luz en julio de 2018. En ellas, Corinna hablaba de las comisiones que presuntamente habría recibido el entonces rey de España por el contrato del AVE a La Meca, que fue adjudicado a empresas españolas. "Juan Carlos I pidió una comisión por el AVE a la Meca y recibió dinero saudí", afirmaba en el audio la examiga del rey emérito.

Estas informaciones permitieron que se abriera una de las piezas del caso Villarejo, conocida como Carol, que se cerró sólo dos meses después debido a la falta de pruebas y a la inviolabilidad de la que gozaba Juan Carlos I en el momento de los hechos al ser el jefe del Estado. Sin embargo, la Audiencia Nacional trasladó la información a la Fiscalía Anticorrupción, que abrió una investigación sobre la adjudicación del AVE.

Un año después de que se publicase los audios, en septiembre de 2019, la Fiscalía Anticorrupción interrogó a Corinna, que en su declaración aseguró saber "muy poco" sobre los movimientos del monarca. Pero no era la única información que Corinna había dicho sobre el rey emérito; también hablaba de cuentas en Suiza manejadas por testaferros, maletas repletas de dinero y propiedades "regaladas" sin declarar.

A lo largo de las últimas semanas, OKDiario ha estado publicando la totalidad de los audios grabados por Villarejo. En ellos, Corinna afirma que el rey emérito "tomaba un avión a los Países Árabes y volvía con el dinero en efectivo, en maletas". Unas operaciones que, a su juicio, "eran peligrosísimas". Además, la consultora alemana asegura en los audios que "el dinero está en Zarzuela, allí tiene una máquina para contar billetes, que yo lo he visto con mis propios ojos".

"Le dije 100 veces que lo peor que podía hacer era tener propiedades no declaradas", se escucha decir a Corinna en una de las grabaciones. En ella cuenta cómo aconsejó al rey emérito poner en orden los aspectos legales de una vivienda que le habría regalado el sultán de Omán en Londres. Una propiedad que, según afirma, llegaron a vender por unos 55,5 millones de euros. "Le pusieron una casa hecha a su medida. Yo me encargué de ello personalmente. No estaba a su nombre, era como un 'trust' en el que te pagaban los gastos", asegura.

Pero este no habría sido el único regalo que Juan Carlos habría recibido por parte de los saudíes, Corinna habla de varios en las conversaciones con Villarejo. Otro de ellos habría sido un terreno de 45.000 metros cuadrados cerca de la ciudad de Marrakech regalo del rey de Marruecos. "Hacen cosas que son peligrosísimas", se escucha decir a Corinna, que también relata cómo el abogado Dante Canonica viajó "a Marruecos para verse con el brazo derecho del rey". Algo que, en su opinión, olía a "blanqueo".

Estos escándalos acabaron con la agenda real de Juan Carlos I, quien el 2 de junio de 2019 se retiró de la vida pública. Una decisión que tomó él, al igual que ha sucedido con su salida de España y que según reza el comunicado, ha tomado "con profundo sentimiento, pero con gran serenidad". El emérito se va del país tras casi cuarenta años como rey de España y envuelto en la polémica por las investigaciones fiscales en torno a sus finanzas.