El ocho de mayo ha sido declarado como Día del Son Cubano, en homenaje al natalicio de dos músicos extraordinarios, símbolos del género dentro y fuera de la Mayor de las Antillas: Miguel Matamoros y Miguelito Cuní.
«El son, oriundo de Cuba, es una expresión cultural con una marcada función social, un género músico-danzario reconocido por las comunidades, grupos e individuos portadores directos como parte de su patrimonio inmaterial enraizado en la cultura popular tradicional, como parte de espacios comunitarios que trascienden la propia manifestación, razones por las cuales se declarara Patrimonio Cultural de la Nación en el año 2012, en reconocimiento a un género raigal cuyos valores culturales trascienden en tiempos y espacios», según la Gaceta Oficial de la República, publicada este dos de octubre.
Al respecto, Alexis Triana, director de Comunicación del Ministerio de Cultura, manifestó en su cuenta oficial de Twitter la satisfacción que representa la noticia para sus cultores, seguidores y el pueblo en general, pues el Son, nacido en el territorio oriental del país, ha traído grandes reconocimientos a la nación. «No pararemos hasta verlo en Lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad», señaló.
Y, efectivamente, esta declaratoria pasa a formar parte del expediente para la candidatura del género a ese título internacional, como apunta el Instituto Cubano de la Música.
El Son nos identifica. Es un género de suma influencia en la música cubana y latinoamericana, por lo cual otros estilos han bebido de su esencia y lo han asimilado hasta hacerlo presente en sus sonoridades, por lo cual, esta declaración viene a reafirmar nuestras raíces más identitarias y patrimoniales, como afirma en un mensaje en Twitter de Indira Fajardo, presidenta del Instituto Cubano de la Música.