Al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, nunca le ha caracterizado una gran preocupación por la pandemia que vive el planeta. Al menos, frente a las cámaras. Lograr que aceptará la magnitud de la situación fue un trabajo arduo y que por ende tomará medidas para luchar contra el coronavirus.
Los datos de la enfermedad en Estados Unidos flexibilizaron su postura, aunque todavía se muestra escéptico. Y es que a Trump le cuesta cumplir las normas aprobadas para capear el virus. Por ejemplo, en Nevada, donde el mandatario realizó un acto a puerta cerrada en el interior de una fábrica de la localidad de Henderson. En estas instalaciones se reunieron miles de personas, a pesar de que las leyes locales estipulan que no se pueden celebrar reuniones de más de 50 personas.Importante también es la cruzada del presidente estadounidense con la mascarilla. Desde el inicio de la pandemia, se pueden contar las ocasiones en las que Trump ha lucido protector facial. Es más, la primera vez que la usó en público fue en julio durante una visita a un centro médico militar de Maryland. Cuatro meses después de que se decretase la alerta sanitaria mundial. Incluso ahora, en plena campaña electoral, una de las burlas del presidente hacia el candidato demócrata, Joe Biden, ha sido por el hecho que utiliza la mascarilla siempre.
"Tengo mascarilla, tengo una aquí mismo, pero no la uso como él, que cada vez que lo ves tiene una mascarilla. Puede estar hablando, a 60 metros de distancia y lleva la mascarilla más grande que hayas podido ver", decía Trump a su oponente en un reciente debate.
Tal vez, ahora, el actual líder de Estados Unidos se la ponga más. El positivo por coronavirus del presidente y la primera dama Melania Trump sacude la campaña electoral, apenas unas semanas antes de las presidenciales del 3 de noviembre. La Casa Blanca se pone de cuarentena.
Una noticia que también ha provocado un terremoto en redes sociales. Comentarios de apoyo, indignación, humorísticos… y también consejos. Muchos usuarios han sacado del baúl una de las frases de Trump más recordadas de la pandemia: cuando recomendó inyectarse lejía.
"Veo el desinfectante que lo elimina en un minuto, un minuto. ¿Y hay alguna manera de que podamos hacer algo así mediante una inyección en el interior o casi una limpieza? Como ve, entra en los pulmones, hace un gran número en los pulmones, por lo que sería interesante verificar eso", expuso.
Los fabricantes de dicha sustancia tuvieron que lanzar un comunicado en el que pedían que la gente no bebiese lejía. Los servicios de emergencia de Nueva York detectaron un incremento del número de intoxicaciones por ingerir este químico. Según Trump, fue un sarcasmo sacado de contexto. Ahora las redes sociales le sugieren que haga lo que propuso.