A partir de la membresía en sus clubes y la estadía en sus hoteles, los empresarios, representantes de grupos de interés y de gobiernos extranjeros buscan tener contacto con el presidente de Estados Unidos. El New York Times señala en el artículo que las personas esperaban horas en el bar de su hotel en Washington para encontrarse con Trump. Lo mismo ocurría cuando visitaban el club Mar-a-Lago en la Florida.
Un exasistente de seguridad nacional del mandatario dijo para el diario estadounidense: “La gente sabe que está en Mar-a-Lago y esperan que se encuentre ahí, así que traen a un invitado o llegan con una idea específica (…) Con ese acceso, era posible lanzarle ideas de venta. El presidente realmente los escuchaba y le pedía a su personal que realizara un seguimiento”.
De esta manera, según la investigación del medio, sus propiedades y negocios se convirtieron en lugares de cabildeo en los que se encontraban y entrelazaban los asuntos públicos y los intereses privados. Señala también la variedad de sus clientes, desde políticos extranjeros, magnates del sector azucarero de Florida, millonarios chinos, un príncipe serbio hasta activistas y contratistas. “El gobierno de Trump les entregó fondos, leyes y tierras. Les entregó embajadas, nombramientos, directivas presidenciales y tuits”, afirma el diario.
También destaca que muchos de los eventos de recaudación de fondos para su campaña fueron en sus hoteles y clubes, los cuales generaron ingresos por 3 millones de dólares.
Por otro lado, el New York Times señala que ministros evangélicos, algunos de los principales legisladores republicanos y funcionarios del canal Fox recibieron un trato privilegiado en su hotel en Washington, y además gastaron mucho dinero allí. Según entrevistas realizadas por el medio, algunos de los personajes religiosos afirmaron que hicieron dichos gastos en los negocios de la Organización Trump para apoyar al mandatario y mostrar agradecimiento por su agenda conservadora.
El artículo del New York Times forma parte de una serie de publicaciones que el medio estadounidense ha ido realizando desde hace unas semanas. En ellas reveló que el ahora presidente no pagó impuestos por 10 años alegando pérdidas millonarias de sus negocios. Además, en 2016 y 2017, cuando ya estaba en la Casa Blanca, solo aportó a las arcas estatales 750 dólares cada año.
Según el medio de comunicación, los miles de documentos financieros de Trump, a los que tuvieron acceso por medio de algunas fuentes no reveladas, señalan que el mandatario ha tenido ingresos millonarios, pero también pérdidas de proporciones similares. Además, indican que tiene grandes deudas y que ha utilizado estas dificultades financieras para evadir el pago de impuestos.
Desde que llegó a la Presidencia, Donald Trump se ha negado a hacer públicas su historia financiera y declaración de impuestos, contraviniendo una tradición que la mayoría de mandatarios en el pasado han respetado. Actualmente, la Fiscalía del distrito de Nueva York adelanta una investigación por estas presuntas irregularidades.