Mientras una marcha de miles indígenas colombianos se dirige a Bogotá para expresar al presidente Iván Duque su hartazgo por la violencia armada, el Gobierno y las autoridades capitalinas se han lanzado un duro intercambio de críticas. El Gobierno responsabiliza a las autoridades de Bogotá de garantizar el control sanitario y coordinar la logística de la manifestación, mientras que el distrito afirma que dichas responsabilidades son competencia del Ministerio del Interior.