Hace un año y cinco meses la dirigente indígena y líder de la organización barrial Tupac Amaru, Milagro Sala, fue detenida en su casa en Argentina bajo una supuesta «instigación a cometer delitos y tumultos en concurso real».
La luchadora social había acampado durante un mes como protesta debido a unos cambios realizados por Gerardo Morales, gobernador de Jujuy –provincia donde Tupac Amaru cuenta con un 10 % de sus afiliados-. Dichas transformaciones, según Telesur, planteaban que aquellas organizaciones sociales que no se reempadronaran perderían sus beneficios sociales y su personería jurídica.
Desde Argentina y diversas partes del continente latinoamericano han alzado las voces aquellos a favor de la liberación de la líder indígena. La Procuraduría de Violencia Institucional presentó un informe en el que denuncian la detención ilegal de Sala y solicitan el inicio de acciones penales contra los jueces que la detuvieron.
A este llamado también se han unido organismos internacionales; en abril de este año el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria (GTDA) de las Naciones Unidas presentó un informe tras visitar varias cárceles de Argentina en las que realizó un llamado urgente a la liberación de la líder indígena, detenida de manera «ilegal».
Milagro Sala nació en Argentina el 20 de febrero de 1964, pero fue abandonada frente a un hospital y más tarde adoptada por una familia de clase media. Sin embargo, a los 14 años huyó de su casa al enterarse de que esa no era su familia biológica.
Años más tarde consiguió trabajo en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), el cual forma parte de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA).
En 1999 nacería la Tupac Amaru en la región de San Salvador de Jujuy, organización que se identifica con las figuras de Ernesto Che Guevara y Evita Perón, y toma como modelo al presidente boliviano Evo Morales. Desde sus inicios la organización se propuso luchar por los derechos de las minorías (mujeres, indígenas, y la comunidad LGBTI).
La instancia que encabeza Sala comenzó organizando y coordinando leche para los niños más pobres, y a través del tiempo ha logrado construir edificios educativos, viviendas, ha generado empleos y ha creado centros de salud.
En esa misma organización, Milagro Sala logró crear también el Partido por la Soberanía Popular, que fue reconocido por la región de Jujuy en el 2013, año en que la luchadora fue elegida allí como diputada.
A pesar de su detención, no pierde la esperanza: «cuando salgamos de acá vamos a seguir militando. Lo que nos hace (Mauricio) Macri y (Gerardo) Morales no nos asusta, al contrario, nos fortalece», dijo.