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General: Europa tiene que definir si va a ser Europa, o un protectorado de EEUU"
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Respuesta  Mensaje 1 de 11 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 24/10/2020 20:09

Europa tiene que definir si va a ser Europa, o un protectorado de EEUU"

QUÉ PASA
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EEUU y la Unión Europea [UE] han lanzado nuevas ráfagas de sanciones contra Rusia, con el pequeño, pero no menor detalle, de que las estadounidenses dan de lleno en la línea de flotación de la seguridad energética y la economía de su querido socio transatlántico. Pero eso parece no importarle al bloque comunitario, o bien se deja someter.

EEUU golpea de costado a Alemania

Ampliación de sanciones contra el Nord Stream 2. La dictó EEUU como parte de su grotesco método de competencia comercial desleal, el único posible que le queda, y en una nueva demostración de su conducta de constante violación al derecho internacional. El golpe tiene como destino a las empresas que prestan servicios o fondos para embarcaciones que trabajan en la obra.

"EEUU sigue su misma línea de cómo actúa normalmente con los países que no se alinean en su esquema hegemónico de cómo quieren ellos estructurar el mundo", reflexiona el Dr. en Geopolítica Rolando Dromundo.

En este sentido el analista advierte que el proyecto del Nord Stream 2 no le gusta a EEUU porque 'rompe' su alianza con la UE. "Por otro lado, EEUU cree que tiene la misma capacidad de imponer medidas de fuerza como podían hacerlo hace 20 años y que todo el mundo lo seguía sin protestar. Pero ya no se encuentra en la misma situación. […] [El secretario de Estado de EEUU, Mike] Pompeo responde a la línea de los neoconservadores que en este momento están dirigiendo la política exterior de la Casa Blanca".

Días antes hizo lo propio la UE, en este caso en nombre de la bajada de azúcar en sangre que experimentó el bloguero ruso Alexéi Navalni, tal como lo diagnosticaron los médicos rusos que le asistieron en un primer momento, pero que Alemania disfrazó de 'agente nervioso', para lo que se compinchó con Francia y así poder arrastrar a todo el bloque comunitario en su cruzada, tanto en las sanciones en sí, como en el mantra que van repitiendo sus gobernantes.

"La UE quiere siempre sentirse como una autoridad moral suprema sobre todo lo que pasa en otros países", afirma el analista al respecto.

Unas sanciones, las europeas, que de acuerdo al canciller ruso, Serguéi Lavrov, tienen un sólo mentor, y es ni más ni menos que EEUU, por lo que se desprende que Bruselas sigue las órdenes que dicta Washington al pie de la letra, como buen alumno aventajado: ¿aún paga los intereses del Plan Marshall?

¿Síndrome de Estocolmo, o síndrome de Berlín?

Washington se vale de su 'Ley para Contrarrestar a los Adversarios a través de las Sanciones' [CAATSA] de agosto de 2017 para sancionar a Moscú con la finalidad de impedir cualquier transacción de terceros países con Rusia. Alemania en cambio, lo hace en su versión más pura de síndrome de Estocolmo que padece respecto a EEUU.

Serguéi Lavrov, canciller de Rusia
© SPUTNIK / SERVICIO DE PRENSA DEL MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES DE RUSIA
"Aquí hay una división importante que todavía no se define cómo va a quedar a la interna de la UE, y es si van a ser Europa o un protectorado de EEUU. Esta es una discusión que se ha llevado siempre al interno de los miembros" del bloque comunitario, avisa el experto.

Lo que hace más patológico este seguidismo sancionador de Alemania contra Rusia, es que cada envite que lanza EEUU contra el gasoducto, es un golpe directo a los riñones de la economía y de la seguridad energética del país teutón, y así vuelve a quedar demostrado de acuerdo a las últimas declaraciones de Nord Stream 2 AG, operador del proyecto: las medidas pueden repercutir en 120 empresas europeas.

En este sentido, el embajador de Rusia en Austria, Dmitri Lubinski, avisó a la UE que se enfrenta a una década de oportunidades perdidas en la actividad empresarial a causa de las sanciones que impuso a Rusia por el ciudadano Navalni.

"La UE tiene que enfocarse en una relación desde un punto de vista realista, que Rusia es su vecino y seguirá siéndolo, y en este sentido se tiene que estructurar una relación que funcione para los dos, en términos de los intereses en común", subraya el Dr. Rolando Dromundo.



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Respuesta  Mensaje 2 de 11 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 25/10/2020 11:52
Erdogan: "Europa está preparando su propio fin con su frente contra los musulmanes"

Respuesta  Mensaje 3 de 11 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 25/10/2020 11:58
Francia le da 2 meses a Turquía para "poner fin a sus peligrosas aventuras" y la amenaza con medidas en caso contrario

Respuesta  Mensaje 4 de 11 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 25/10/2020 12:34

Respuesta  Mensaje 5 de 11 en el tema 
De: RADIOPIPOLLSINFRONTERA Enviado: 25/10/2020 16:09
 
 
 
 
 
 
 
 
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Respuesta  Mensaje 6 de 11 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 27/10/2020 11:23
ECONOMÍA
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La Organización Mundial del Comercio le otorgó a la UE el derecho de imponer aranceles punitivos a las exportaciones de EEUU por haber proporcionado ayuda a Boeing. Este es un nuevo viraje en la antigua disputa que ha durado ya 16 años y en la que ambas partes se han acusado mutuamente de subvencionar injustamente a sus gigantes de la aviación.

Durante una reunión celebrada en Ginebra el 26 de octubre, la Organización Mundial del Comercio autorizó formalmente a la Unión Europea a imponer estos aranceles.

La suma de estos derechos de represalia, que llega a casi 4.000 millones de dólares, es inferior a los 7.500 millones de dólares que EEUU recibió en 2019 en un caso parecido, pero que estaba dirigido contra Airbus. También es inferior a los 8.580 millones de dólares que la UE solicitó a la Organización Mundial del Comercio (OMC). 

En un futuro próximo, la UE tendrá que decidir cuándo y qué productos serán gravados con estos aranceles. En Bruselas han identificado una amplia gama de mercancías estadounidenses que podrían verse afectadas por sus tarifas de represalia. La lista incluye aviones, aparatos para ejercicios físicos y arándanos. 

El comisario de comercio de la UE, Valdis Dombrovskis, declaró que esta decisión de la OMC, tan esperada en el bloque europeo, debería enviar una señal a las dos partes para que acuerden un conjunto de normas que regule la subvención del sector aéreo. 

Esta disputa, que se remonta a 2004, — el año después de que las entregas de Airbus superasen por primera vez a las de su rival estadounidense— es uno de los litigios más largos de los que se han llevado en la OMC durante toda su historia. Además, refleja la importancia económica y la presión competitiva que sienten los fabricantes por ambos lados del Atlántico.

Los políticos de la UE se mostraron cada vez más exasperados por el tiempo que había pasado entre la decisión de la OMC del 2019 sobre el derecho de EEUU de imponer aranceles adicionales a las mercancías de la UE por el caso de Airbus y el anuncio actual respecto al apoyo injusto brindado a Boeing. 

Los derechos de represalia utilizados por EEUU hace un año incluyeron aranceles con las que se gravaron a productos que iban desde el vino francés hasta el queso italiano.  

En respuesta a la nueva decisión de la OMC, la Oficina del representante comercial de Estados Unidos destacó que la UE "no tiene base legal" para imponer sus aranceles porque las subvenciones en cuestión ya no se conceden por parte de Washington. Por ello, Robert Lighthizer, quien encabeza este aparato, amenazó con tomar represalias si la UE llegase a imponer sus aranceles. Ahora, el funcionario estadounidense hace hincapié en que Washington quiere encontrar una solución a esta disputa. 

"Estamos esperando una respuesta de la UE a una reciente propuesta de Estados Unidos e intensificaremos nuestras negociaciones en curso para restablecer la competencia justa y la igualdad de condiciones en este sector", señaló.

Una de las decisiones clave que debería tomar en el futuro próximo Dombrovskis será si los aranceles de la UE entran en vigor antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre o después. Según el comisario europeo, él "preferiría" no utilizar estos derechos punitivos ya que "no representan interés económico" para ninguna de las partes.

En EEUU destacan que si la UE llega a imponer algún arancel punitivo este vendría en un momento crítico para Boeing que busca que su avión 737 Max sea recertificado tras una serie de accidentes mortales y una investigación de seguridad.


Respuesta  Mensaje 7 de 11 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 27/10/2020 11:32
 

Tras el refuerzo del contingente estadounidense en Polonia, los medios locales calcularon el precio de la transferencia de fuerzas adicionales al país europeo: Varsovia tendrá que pagar miles de millones de dólares. Los expertos consultados por Sputnik analizan cuánto le cuesta a Europa albergar las bases militares de EEUU.

A mediados de agosto, Washington y Varsovia firmaron un acuerdo para reforzar el contingente estadounidense en Polonia. Según el documento, se enviarán 1.000 soldados al país y su número total alcanzará los 6.000. Polonia tendrá que asignar miles de millones de dólares para su mantenimiento.

EEUU presta su ayuda a Polonia ante la supuesta amenaza rusa, señala Nikolái Protopópov, columnista de la edición en ruso de Sputnik. Además, Washington está listo para "garantizar la seguridad" de Ucrania y los países bálticos.


Según los medios polacos, el Pentágono decidió no limitarse a unas pocas bases grandes, sino distribuir su personal por todo el país europeo. Mientras tanto, es Polonia la que será responsable de su alojamiento y alimentación.

Varsovia se encarga de los gastos de calefacción, electricidad, suministro de agua, retirada de basura y los servicios de limpieza. Además, el Ejército de EEUU gozará de ciertos beneficios: podrá utilizar gratis los ferrocarriles y los aeropuertos, no tendrá que pagar tasas de navegación ni el mantenimiento de las aeronaves ni su estacionamiento.

El Pentágono se ha reservado el derecho de ampliar la lista de requisitos. En particular, contempla "las necesidades operacionales urgentes de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos". Por ejemplo, durante los ejercicios, los estadounidenses pueden usar la propiedad municipal e incluso privada de los polacos de forma gratuita.

Según observa Stanislav Stremidlovski, analista de la política de Polonia, se asignan unos 130 millones de dólares al año para la infraestructura de militares estadounidenses, como la vivienda y las instalaciones de almacenamiento de armas.

Este tipo de trato con los aliados es una norma para los estadounidenses, señala, por su parte, Artiom Kuréyev, experto militar del club analítico Valdái.

"Hace apenas unos años, llevaron a cabo una campaña de información en los países tercermundistas, explicaron las ventajas económicas que proporciona una base militar estadounidense. (…) Pero todo cambió con la llegada de Trump. Como un verdadero hombre de negocios, propuso el concepto de exportación de seguridad. La idea es que los aliados paguen por todo", explicó en comentarios a Sputnik. 


La cooperación, mientras tanto, no se limita a los gastos de mantenimiento de los soldados estadounidenses, Polonia firmó contratos de miles de millones de dólares para la compra de sistemas de defensa antiaérea Patriot y de cazas F-35 de quinta generación. Los expertos señalan que estos sistemas no son tan necesarios para el Ejército polaco.

"El partido está tratando de construir relaciones bilaterales con EEUU, como lo demuestra el enorme gasto en armas estadounidenses", comentó Stremidlovski. 

Según el analista, se puede entender por qué Varsovia compra los sistemas Patriot, porque son sistemas defensivos. Sin embargo, "no está claro por qué necesita varias docenas de cazas F-35".

"Los funcionarios aseguran que los polacos ganarán mucho más. Argumentan que el despliegue del Ejército estadounidense en el Reino Unido y España les trae 1.300 millones y 600 millones de dólares al año, respectivamente. Pero en estos países, las bases de EEUU son permanentes, y en Polonia, temporales. Por lo tanto, es muy posible que las autoridades no revelen todos los costos, dada la diferencia entre el despliegue permanente y el rotativo", señaló Stremidlovski. 

Kuréyev, a su vez, recordó una famosa frase que se le atribuye a Napoleón: "Un pueblo que no quiere alimentar a su ejército, alimentará a uno ajeno". 

"Eso es lo que pasó en Europa del Este. Los Estados bálticos, que no tienen fuerzas aéreas, invierten en el mantenimiento de la infraestructura de las bases aéreas de sus aliados. Y no es EEUU quien paga a Polonia, sino que Varsovia asume los gastos relacionados con el traslado del contingente estadounidense. El Pentágono solo paga los salarios de los militares".

Según los miembros del partido gobernante polaco Ley y Justicia, si Donald Trump gana las próximas elecciones en EEUU, las perspectivas de desarrollo de la OTAN podrían incluso ponerse en duda. El teatro prioritario de las operaciones militares de Estados Unidos se ha trasladado a Asia y ya suenan propuestas para crear un nuevo bloque militar que involucre a los países asiáticos. Y es improbable que Washington tenga dos alianzas a la vez, comenta Protopópov.


Así, en primavera se supo que Washington exigió a Corea del Sur que aumentara el pago por el mantenimiento de sus tropas en el país

Al mismo tiempo, otros deudores permanentes de EEUU son los miembros bálticos de la OTAN que gastan en defensa menos del 2% del PIB. Los estadounidenses están literalmente forzando a esos Estados a comprar su maquinaria bélica.

EEUU, mientras tanto, asigna pequeñas sumas para el desarrollo de la infraestructura militar en el Báltico. Por ejemplo, se gastarán unos 50 millones de dólares en el diseño de instalaciones militares en Estonia, Letonia y Lituania. Sin embargo, hay una condición estricta: los contratos de trabajo deben celebrarse solo con las empresas


Respuesta  Mensaje 8 de 11 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 28/10/2020 04:35

La deriva extremista de Europa en su enfrentamiento con Turquía

Publicado:

Macron, en una situación política extremadamente complicada –según una encuesta de Ifop a principios de octubre de 2020, Marine Le Pen le superaba en las encuestas para las presidenciales de 2022–, optó por un discurso de argamasa extremista al denunciar el "separatismo islamista" y apostar decididamente por "imponer el laicismo". Línea argumental ultraderechista elegida en un momento absolutamente inoportuno y que encontró respuesta, tan contundente como grosera y habitual, del dictador turco, Recep Tayyip Erdogan, el cual llegó a dudar de la "salud mental" del presidente francés y llamó al boicot de los productos galos. 

Tras la réplica turca, contestada con dureza por el Gobierno francés en un comunicado oficial en el que calificaba como "inaceptables" y "muy ofensivas" las palabras de Erdogan, se desató una contienda internacional con dos bandos claramente delimitados: Europa vs Oriente Medio y Magreb. 

Así, desde la Unión Europea hasta distintos estados miembros, como Austria, Holanda o Alemania, han apoyado al presidente francés, calificando las declaraciones de Erdogan como intolerables, inaceptables y lo habitual en estos casos. Todo ello basándose en su defensa de la libertad de expresión y, claro, en contra del extremismo y el radicalismo. Por el contrario, desde Marruecos, Catar, Kuwait o Irán se ha defendido la posición de Erdogan

Si acabáramos de incorporarnos al combate al encender el canal, bastaría con identificar a nuestros boxeadores y jalearlos, pero existe una serie de variables que, quizás, sería bueno tener en cuenta. 

Erdogan, un dictador; Turquía, un campo de trabajo 

En primer lugar, convendría aclarar que Erdogan es un filonazi al que Europa ha consentido imponer una dictadura a cambio de convertir Turquía en un gran vertedero de refugiados que se debaten entre la miseria y el trabajo esclavo al servicio de las grandes empresas europeas –en 2016 se descubrió el trabajo esclavo de adultos y menores refugiados para Zara, Mango o M&S, llegando un niño de 15 años a trabajar doce horas por 1,12 euros/hora–. 

La factura de la codicia europea –junto a las actuaciones occidentales en Afganistán, Irak, Siria, Libia o Yemen– asciende a 70 millones de refugiados en el mundo, dos millones de refugiados vendidos a Turquía a precio de saldo –6.000 millones de euros, de los que solo se ha ejecutado la mitad–, un infierno en Moria –más de 20.000 personas en un campo con capacidad para 2.000– y la extrema derecha incrustada hasta el tuétano europeo. 

El discurso extremista se generaliza en Europa 

Porque en Europa el ascenso de la extrema derecha no solo se ha visto reflejado en las urnas, sino también en el discurso. Y esto sí es profundamente alarmante. Desde que hace cinco años detonara la crisis migratoria, el discurso extremista ha sido incorporado por la derecha moderada con el fin de frenar el ascenso electoral de los ultras y, lo que es peor, el argumentario ha sido aceptado en mayor o menor medida por el centro izquierda. Una muestra de ello lo encontramos en este caso.


A ritmo de necesidades electorales, que no son otra cosa que intereses particulares, los líderes europeos avanzan hacia el discurso nacionalista cada vez con menos complejos y utilizan desgracias como la acontecida en Francia para sus juegos políticos, aunque ello suponga también un aumento de la islamofobia

No solo las palabras de Emmanuel Macron se enmarcan en un discurso extremista e inoportuno, sino que ha sido secundado casi unánimemente: Charles Michel, Josep Borrell o Ursula von der Leyen en las instituciones europeas; Mark Rutte en los Países Bajos; Sebastian Kurz en Austria; Heiko Maas en Alemania. Incluida la extrema derecha, claro. Desde Santiago Abascal en España a Marine Le Pen en Francia, que ha abogado por la ilegalización de las organizaciones de 'ideología islamista', el cierre de mezquitas o la prohibición del velo. Y atentos a estas ideas, pues hoy serán rechazadas por muchos políticos, pero quizás dentro de diez años sean incorporadas o aceptadas por los mismos. 

Así pues, a ritmo de necesidades electorales, que no son otra cosa que intereses particulares, los líderes europeos avanzan hacia el discurso nacionalista cada vez con menos complejos y utilizan desgracias como la acontecida en Francia para sus juegos políticos, aunque ello suponga también un aumento de la islamofobia. 

Europa, ante su fobia étnica 

Es cierto que tras estos fogonazos mediáticos existen cuestiones de gran calado a nivel geopolítico –Europa ha persuadido recientemente a Chipre para evitar una sanción a Turquía, que también se encuentra en conflicto con Grecia–, pero resulta innegable que subyace un problema de mucha mayor envergadura. Un problema étnico. 

Porque lo cierto es que ni Turquía es considerada europea ni los musulmanes son considerados europeos. El caso turco es clarificador al respecto de lo que podríamos denominar cuestión étnicaNo solo se trata de un país geográfica e históricamente europeo, sino que ha mirado a Europa desde décadas con deseo y admiración –se incorporó al Consejo de Europa en 1949, firmó un tratado de asociación en 1963, forma parte de la OTAN y en 1987 solicitó oficialmente su adhesión a la CEE–. Sin embargo, ha sido múltiplemente repudiada. 


No es de extrañar que después de más de treinta años de la petición turca de entrar en Europa, Europa Oriental forme parte de pleno derecho de la Unión Europea, la esfera de influencia rusa haya sido hostigada de forma temeraria para adherirla a la Unión –caso de Ucrania y Bielorrusia–, pero Turquía continúe con su estatus de refugiado.

Por ello, si Turquía ha caído hoy en manos de un extremista como Erdogan, al que incluso se le ha permitido perpetrar un 'contra-golpe de Estado' con cientos de miles de purgados, se debe en gran medida a esta cuestión étnica. Los turcos son percibidos como extranjeros, justo lo contrario que la percepción que Europa Occidental tenía de Europa Oriental, a la que siempre se miró con familiaridad. 

No es de extrañar, por tanto, que después de más de treinta años de la petición turca de entrar en Europa, Europa Oriental forme parte de pleno derecho de la Unión Europea –algunos países, como Hungría o Polonia, con graves carencias democráticas e incumplimiento de Derechos Humanos– o la esfera de influencia rusa haya sido hostigada de forma temeraria para adherirla a la Unión –caso de Ucrania y Bielorrusia–, pero Turquía continúe con su estatus de refugiado. 

La complejidad geopolítica 

A la cuestión étnica se añade una situación geopolítica enormemente complicada: repudiada por Europa; en competencia natural con Rusia –comparten esferas de influencia, como demuestra lo acontecido en Nagorno Karabaj–, lo que le provoca inestabilidades puntuales a pesar de la buena relación entre ambos; aliada OTAN/Estados Unidos, aunque en los últimos tiempos con relaciones complejas, como se desprende de la petición de extradición de Fethullah Gülen o el choque por la cuestión kurda; y en combate fratricida con Arabia Saudí e Irán por el poder regional –lo que le ha llevado a mantener presencia militar en Irak, Siria, Libia, el Mediterráneo o Nagorno Karabaj–. 

Seis millones de musulmanes en Francia, 24 millones en Europa y un laberinto 

Como hemos podido comprobar, la 'Europa del Ombligo', la que se escandaliza ante la muerte en Francia de 250 personas a manos de islamistas, pero nutre de armas a los no menos islamistas sauditas para que dejen más de 250.000 cadáveres en Yemen, tiene serios problemas. En primer lugar, étnico; en segundo lugar, social; en tercer lugar, geopolítico; y en tercer lugar, y más importante, moral. 

Porque los seis millones de musulmanes franceses, como los 24 millones de musulmanes europeos, son profundamente pacíficos. De no ser así, Europa estaría en llamas. Lo que necesitan esos millones de personas son posibilidades laborales, mejoras económicas, educación, sanidad e igualdad. Cuando se sientan tratados como europeos, cuando se sientan tratados como personas, cuando los líderes europeos y la ciudadanía europea muestre el mismo pesar por la muerte de un francés decapitado que por la muerte de un niño bajo una bomba francesa o cuando las ofensas a Mahoma resulten tan indignantes o tan aceptables como los insultos a Macron es muy probable que parte del problema se haya resuelto. Pero para eso se necesita generosidad.


Respuesta  Mensaje 9 de 11 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 28/10/2020 04:57
España también tiene que definir si está con la política agresiva de EEUU o si como " socialista " en el poder ...se acerca a los gobiernos y pueblos que defienden su soberanía  y sus recursos naturales .-----------------------------------------------------

Moción a la democracia española, un potencial peligro que todos deberían tomar en serio

Publicado:

Esta no es una moción de censura convencional, ni siquiera por presentarla aún sabiendo que se va a perder. Así ocurrió con la que protagonizó Felipe González contra Adolfo Suárez en 1980, cuyo objetivo era desgastar al ya tocado líder de UCD y presentar frente a la opinión pública al secretario general del PSOE como una opción perfectamente posible para dirigir el país. Tampoco como la presentada por Unidas Podemos en 2017, contra un Rajoy que había sido colocado en la presidencia tras las maniobras espectrales del golpe de Ferraz, achicharrado por la corrupción, cuya pretensión era obligar al PSOE a situarse ante una posible coalición y una sentencia desfavorable en el caso Gürtel, como así sucedió un par de años después. Aunque ambas mociones se perdieron en términos aritméticos, ambas se ganaron en términos políticos.

Vox no está hablando hoy al Congreso, ni siquiera al Partido Popular, al que pretende superar en la dirección de la derecha española. Vox le está hablando a nuestro presente lleno de incertidumbre y a nuestro futuro inmediato lleno de escasez. Y habla ocupando el epígrafe del que se sitúa al margen, fuera de todo, cuando todo, el ecosistema político e institucional, está siendo vinculado a la incapacidad para sobreponerse a la pandemia y a sus consecuencias económicas. La reacción de la opinión pública progresista ha sido la de tildar al discurso de Abascal de demencial, en un exceso de confianza y autosatisfacción, cuando lo cierto es que esta situación contiene un grave peligro potencial inherente: el predicador milenarista parece un loco siempre y cuando no nos encontremos en un momento milenarista.

Que un partido de ultraderecha sea protagonista de nuestro momento político tiene un culpable inmediato: el Partido Popular bajo la dirección de Pablo Casado. Pero también uno a largo plazo: José María Aznar, el tutor del actual líder del PP. Casado heredó un partido declinante podrido hasta el tuétano por la corrupción, pero al menos con unas señas de identidad reconocibles: conservadurismo moral, neoliberalismo económico y una institucionalidad cosmética que les valió tanto para tejer sus redes clientelares, como para encarnar una posición ideológica sosegada. Rajoy fue una hoja afilada y radical que segó gran parte de nuestros servicios públicos, pero que mantenía el papel de hombre razonable en cualquier situación: la política no son sólo hechos y discursos, también inercias, las que se dejan en quien te vota.

Que Pablo Casado haya convertido al PP en un partido errático no sólo ha favorecido a Vox electoralmente, sino que ha dado normalidad al discurso y a las maneras ultras: más inercias, las de sus diputados y senadores que compiten ya por ver quién dice la barbaridad más chirriante

Casado, ya encabezando un partido que tenía orbitando a su alrededor a la derecha aspiracional de Ciudadanos y a un Vox extra-parlamentario, decidió empezar a juguetear con el populismo de derechas. No sólo al modo en que lo habían hecho Rita Barberá o Esperanza Aguirre, cada una a su modo, en el sentido de presentarse a sí mismas como personajes cercanos más que como líderes de un partido, sino en uno mucho más trumpista. De hecho, si Casado se impuso a Soraya Saénz de Santamaría, además de por las cuitas internas que esta tenía con María Dolores de Cospedal, fue por presentarse como un candidato desacomplejado, políticamente incorrecto y outsider respecto a la relativa contención que había representado Rajoy. Los asistentes a aquel congreso sabían que tenían que votar a Sáenz de Santamaría, pero su corazón les pidió hacerlo por aquel joven que en el fondo les decía: no pasa nada porque deis salida a vuestro larvado espíritu reaccionario.

Casado ha convertido al PP en un partido limpiaparabrisas que pretende acaparar a toda la derecha, no como había hecho siempre, siendo su casa común, es decir, sentando unas reglas mínimas a las que las diferentes corrientes se tenían que plegar (sobres mediante). Sino cambiando el letrero y las reglas de esa casa según toque cada día y, a veces, cada hora. Un día Casado se acuesta de centro liberal y al día siguiente se levanta mintiendo sobre la inmigraciónun día pide de comer institucionalidad pero elige un postre para calificar a sus adversarios de ilegítimos. Haber convertido al PP en un partido errático no sólo ha favorecido a Vox electoralmente, sino que ha dado normalidad al discurso y a las maneras ultras: más inercias, las de sus diputados y senadores que compiten ya por ver quién dice la barbaridad más chirriante.

El acontecimiento que dio posibilidad de existencia a Vox fue el otoño rojigualdo, la respuesta nacionalista reaccionaria que sucedió a la intentona independentista catalana. No hay nada más poderoso que el sentimiento de comunidad y, aquel 15m facha, hizo encontrarse en la calle a mucha gente que llevaba años rumiando su rencor en soledad viendo las tertulias de los canales ultras. Pero, además del momento, de la posibilidad, había una masa social latente esperando ese pistoletazo de salida, que se dio mediante esta orgía de nacionalismos enfrentados, pero que podía haber surgido por cualquier otra situación: un atentando yihadista, un conflicto internacional o, mismamente, la configuración del actual Gobierno de coalición.

Con la derrota de Aznar en 2004, sus sectores afines comprendieron que aunque el PP ganara por mayoría absoluta, siempre con una fuerte abstención, el sentido común español era netamente progresista. Hasta que no se variara ese equilibrio la derecha tan sólo gobernaría un país de prestado.

Y es en la creación de esa masa social proto-ultra en la que Aznar, el sector que representa, entra en escena. El expresidente nunca superó su derrota en 2004, pero sobre todo nunca asumió que en su segunda legislatura, con mayoría absoluta, fuera incapaz de sacar adelante ninguna de las medidas estrella que tenía pensada por la fuerte contestación social: a la reforma universitaria, a la reforma laboral, al desastre del Prestige o a la Guerra de Irak. La lectura que estos sectores afines a Aznar hicieron fue correcta: aunque el PP ganara por mayoría absoluta, siempre con una fuerte abstención, el sentido común español era netamente progresista. Hasta que no se variara ese equilibrio la derecha tan sólo gobernaría un país de prestado.

Comenzó entonces un proceso de restauración reaccionaria mediante las cadenas ultras, el TDT-Party, los radiopredicadores, el revisionismo histórico, ocupar los lineales de las librerías con todo tipo de obras auto-justificatorias. Y, sobre todo, la vuelta de un nacionalismo español excluyente que tuvo como coartada los múltiples éxitos deportivos. Se empezó gritando "a por ellos" a la selección de fútbol y se acabó con ese mismo grito despidiendo en las comisarías a los uniformados enviados a Cataluña. El deseo de Aznar era llevar aún más a la derecha al país y a su partido, pero lo que al final consiguió fue crear el fermento donde una escisión de su organización, tutelada y financiada por la internacional ultra, echó raíces. Esta ha sido una de las señas indelebles de José María Aznar: fracasar en todos sus objetivos pero acabar haciendo daño igualmente.

Lo cierto es que pese a que el PP pretende desligarse en la moción de Vox, los populares ya compiten con los ultras aceptando sus reglas de juego. Y el problema, más allá de los partidos, de las organizaciones concretas que acaben por liderar esta restauración reaccionaria, es que la parte conservadora de la sociedad española se rige cada vez más por un sentido común ultraderechista: uno que considera al adversario ilegítimo, uno que habla de ilegalizar partidos, uno que hace de la mentira su argamasa, uno que entiende a la totalidad del país restringiéndolo a su idea, expulsando del mismo a quien ellos decidan que no encaje.

La moción puede tener consecuencias negativas para Vox, sobre todo si es percibida por la ciudadanía como un capricho inconsecuente que pone palos en las ruedas en un momento tan complicado como este. Abascal no es un tipo carismático, ni buen orador y su partido despierta grandes miedos y desafecciones en una parte mayoritaria de la sociedad. Territorialmente es un partido minoritario en zonas decisivas, sólo creciendo a costa del desgaste de los populares. Además lastra las posibilidades electorales de la derecha al partir su voto en dos mitades, más el bocado que el voluble Ciudadanos siempre se reserva. Hoy, además, recibirá un chaparrón parlamentario, justo a la inversa de lo que sucedió en las mociones contra Suárez y Rajoy, donde fueron los presidentes los que tuvieron que encarar a toda la cámara. Todo esto es cierto, pero la izquierda, como ya hizo en la primera década de siglo, puede caer en el error de la autosatisfacción y el cálculo táctico.

El único antídoto efectivo contra la ultraderecha, aquella representada en Vox, pero también en el PP de Casado que no le hace ascos a nada, es que el Gobierno tenga éxito, al menos relativo, en sus medidas sociales de transformación de la economía española.

La cuestión es que lo cierto hoy puede dejar de serlo en muy poco tiempo, o cómo quien aparece en nuestro presente como la opción que se queda fuera de lo aceptable, puede ser quien encabece el descontento popular a medio plazo si lo aceptable acaba siendo el objeto de la ira de una población agitada por el descontento. Una frase de Abascal, "quien nos va a salvar no va a ser Bruselas, sino Móstoles", resume este modus operandi, que pretende situar a los ultras no como un partido más del arco parlamentario, sino como unos rebeldes que están al margen de eso que, de forma consciente o no, muchos imbéciles denominan "clase política".

Por suerte, Vox nunca ha sabido jugar el papel destropopulista, al menos no tan bien como sus homólogos europeos. La ultraderecha española siempre ha tenido un fortísimo odio de clase hacia los trabajadores y, aunque pretendan ocultarlo mediante las apelaciones al "pueblo", más cerca del volk con misión histórica que de su acepción común, para cualquiera con olfato salta a la legua que son una colección de personajes de la cacería retratada en La Escopeta Nacional. El problema es que el miedo anula el olfato, la incertidumbre la razón y la ira los intereses de clase, en un momento, además, en que el propio concepto lleva años dejado de la mano de Dios por casi todos los que tenían que hacer de él su principal escarapela.

El único antídoto efectivo contra la ultraderecha, aquella representada en Vox, pero también en el PP de Casado que no le hace ascos a nada, es que el Gobierno tenga éxito, al menos relativo, en sus medidas sociales de transformación de la economía española. Cada impuesto a las clases altas que no se aprueba, cada cesión a los intereses del sistema financiero internacional, cada oportunidad perdida para salir de esta crisis diferentes a como entramos, es alimento para el árbol de la incertidumbre, uno del que pretenden comer los que hoy dan el primer paso para acabar con la democracia española.


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De: Ruben1919 Enviado: 11/11/2020 11:32
Marines estadounidenses en la base de RotaEspaña confía en prorrogar un año más el convenio militar con Estados Unidos

Respuesta  Mensaje 11 de 11 en el tema 
De: RADIOPIPOLLSINFRONTERA Enviado: 11/11/2020 13:07




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