Líderes de la Iglesia Católica han ofrecido reformar los procedimientos de protección y seguridad tras la publicación de un informe independiente y crítico sobre abusos sexuales cometidos por miembros del clero en Inglaterra y Gales entre 1970 y 2015.
El informe de 147 páginas, publicado el mismo día en que el Vaticano publicó el Informe McCarrick, acusa al Cardenal Vincent Nichols de no aceptar su “responsabilidad personal” y no “mostrar compasión hacia las víctimas” de abusos durante una audiencia pública.
El informe de la Investigación Independiente sobre Abuso Sexual Infantil (IICSA, por sus siglas en inglés) señala que el presidente de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales “no siempre ejerció el liderazgo esperado de un miembro importante de la Iglesia, y a veces prefirió proteger la reputación de la Iglesia Católica en Inglaterra y Gales y en Roma”.
En una declaración este 11 de noviembre, el Cardenal Nichols afirmó que el informe marca “un momento importante en el camino hacia la seguridad en la Iglesia Católica”.
“El informe ayudará a la reforma ya puesta en marcha y a la mejora de la seguridad en todos los aspectos de la vida de la Iglesia”, dijo el también Arzobispo de Westminster en una declaración conjunta con el Arzobispo de Liverpool, Mons. Malcolm McMahon, vicepresidente de la conferencia episcopal.
Ambos se disculparon por no haber escuchado o apoyado a las víctimas de abusos, como se indica en el informe e indicaron que el texto será analizado en la asamblea plenaria de los obispos la próxima semana.
“Al escuchar con humildad a quienes han sufrido, podemos contribuir a sanar las heridas del abuso, y así aprender de aquellos que han sido más directamente afectados cómo debemos mejorar los estándares de seguridad de la Iglesia, sus políticas y procedimientos”, señalaron.
Por su parte, la académica Alexis Jay, quien dirigió la investigación, criticó la respuesta del Vaticano. “Incluso hoy las respuestas de la Santa Sede parecen no estar en consonancia con la promesa del Papa de tomar acción en este problema inmensamente importante”, dijo.
El informe precisa que el Vaticano solo proporcionó “información muy limitada” para la investigación, mucha de la cual ya era de dominio público.
“La respuesta limitada de la Santa Sede en este asunto no demuestra con claridad un compromiso para tomar acciones. La falta de cooperación va más allá de nuestro entendimiento”, concluyó.
Theresa May, ministra del Interior en 2014, anunció la constitución de la IICSA ante algunos casos de abuso sexual infantil. Este grupo también investiga otras entidades como la Iglesia Anglicana, escuelas y consejos locales.
Las conclusiones finales serán publicadas en un informe general en 2022 con algunas recomendaciones para mejorar la protección de los niños en toda la sociedad. También podría exigir la denuncia obligatoria, algo a lo que la Iglesia Católica se ha opuesto dado que eso implicaría que los sacerdotes rompan el secreto de confesión.
La IICSA ya ha emitido un informe sobre las escuelas de los benedictinos en Ampleforth y Downside en agosto de 2018, un segundo sobre la Arquidiócesis de Birmingham en junio de 2019 y un tercero sobre la Abadía de Ealing y la escuela St. Benedict en Londres en octubre de 2019.
El informe presentado el martes, luego de varias audiencias públicas, reveló que la Iglesia en Inglaterra y Gales recibió más de 900 quejas respecto a 3.000 incidentes de abuso sexual infantil contra más de 900 personas entre 1970 y 2015. En ese periodo hubo 177 procesos que culminaron con 133 condenas.
El informe afirma que el abuso por parte de clérigos no es simplemente un fenómeno histórico y que desde 2006 la Iglesia ha reportado más de 100 acusaciones al año.
El informe incluye el estudio de casos específicos como el de una mujer identificada como “RC-A710”, quien acusó al Cardenal Cormac Murphy-O’Connor, predecesor del Cardenal Nichols como Arzobispo de Westminster. La policía investigó las acusaciones pero no tomó ninguna medida adicional.
El informe describe un desacuerdo entre los obispos sobre si la Iglesia debía ofrecer una disculpa a la mujer luego de que se filtró a los medios algunos detalles de su relato que era confidencial.
Luego de citar algunos comentarios del Cardenal Nichols en una audiencia pública, el informe sugiere que “él estaba más preocupado por el impacto de la filtración en la reputación del Cardenal O’Connor más que en el impacto que la difusión de la información personal de RC-A710 tuvo en ella”.
“En los 13 meses entre la filtración y la audiencia pública, RC-A710 no recibió una disculpa por parte del Cardenal Nichols. Parece que no se disculpó debido a su errado deseo de darle prioridad a la protección de la reputación de la Iglesia, el Papa y el Cardenal Murphy-O’Connor”, agrega el informe.
El informe destaca que el Cardenal Nichols se encontró con RC-A710 en diciembre de 2019 y que no se pudo saber la fuente de la filtración luego de la investigación.
La IICSA ofreció siete recomendaciones a la Iglesia. Exhortó a la conferencia episcopal y la conferencia de religiosos de Inglaterra y Gales a nombrar “un miembro líder” que sea responsable de la seguridad. También pidió la capacitación obligatoria en seguridad para quienes trabajan con niños o con víctimas de abuso, así como “un marco claro para lidiar con casos de incumplimiento”.
El informe también recomienda una auditoría externa del Servicio de Asesoramiento de Seguridad Católico (CSAS, por sus siglas en inglés), que busca mejorar las prácticas de seguridad en Inglaterra y Gales. Además, pidió al CSAS que elabore políticas y procedimientos más “consistentes, más fáciles de seguir y más accesibles”.
En referencia al canon 1395 del Código de Derecho Canónico, que establece que un clérigo puede ser expulsado del estado clerical si abusa de un menor, el informe instó a los obispos a solicitar a la Santa Sede que “se reconozca los crímenes canónicos relacionados con el abuso sexual infantil como crímenes contra los niños”.
Finalmente, el informe pidió a los obispos y a los religiosos que publiquen una política nacional ante acusaciones para salvaguardar a las víctimas.
En una carta del 9 de noviembre, el Cardenal Nichols informó a los fieles que el Papa Francisco ha aceptado su renuncia al cargo de Arzobispo de Westminster pero que se mantendrá en el puesto hasta que haya una nueva previsión. El domingo 8 el Cardenal cumplió 75 años, la edad de retiro para los obispos.
“Cuando le escribí al Papa Francisco le dije que estaba pacíficamente a su disposición. Así que es en esta misma disposición pacífica que seguiré como su obispo. Lo hago alentado por el mensaje del Santo Padre y apoyado por sus oraciones, siguiendo con buena voluntad y paciencia ante mis limitaciones”.
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MACHI V