Poco hay que decir. Mientras Cuba batalla por que sus ciudadanos no enfermen, se curen y no mueran por la terrible pandemia de la COVID-19, haciendo extraordinarios esfuerzos para adquirir medicamentos necesarios y ventiladores pulmonares para las terapias, el innombrable secretario general de la OEA dijo ayer en la tarde en un mediocre show miamero sobre el bloqueo:
"Las sanciones contra las dictaduras son absolutamente necesarias. El embargo apunta directamente contra la impunidad del régimen cubano en el escenario internacional. Las sanciones son un instrumento de presión contra las dictaduras".