"Antes de que el alma pueda ver, debe lograrse la armonía interna, y los ojos de la carne deben estar ciegos a toda ilusión.
Antes de que el alma pueda oír, la imagen (el hombre) debe estar sorda a los rugidos y a los murmullos, a los bramidos de los elefantes y a los argentinos zumbidos de la dorada luciérnaga.
Antes de que el alma pueda comprender y recordar, debe unirse a aquel que habla en silencio, así como la mente del alfarero se une primero a la forma que le dará a la arcilla.
Entonces el alma oirá y recordará.
Y entonces hablará la Voz del Silencio al oído interno".
Autor: Rafael de Js. Vásquez G.
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MACHI V