POEMA
Andad con paso leve por las hojas marchitas
Sabed que ella quedo bajo la nieve
Y está oyendo crecer las margaritas
Sabed que era como el nacer del día
Y sabed que vivió tan dulcemente
Que era mujer y apenas lo sabía.
Sabed que era su juvenil tesoro
el oro ardiente de su cabellera
y es ceniza ya todo aquel oro…
Su nombre en esa fosa, su ataúd de madera,
están diciendo que con una rosa
puede morir también la primavera…
Pero esa tumba huraña es su tumba y la mía
Mi corazón, sabedlo, la acompaña
Y habrá que echar más tierra todavía…
JOSE ANGEL BUESA
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