El Papa Francisco, en sus palabras previas al rezo del Angelus el domingo 24 de enero, relató una conmovedora anécdoa que muestra lo breve que es la vida para "aceptar la redención de Dios"
Para cada uno de nosotros el tiempo en que podemos aceptar la redención es breve: la duración de nuestra vida en este mundo. Es breve"
Cuando fue a darle la Eucaristía a unos enfermos, un viejo señor le dijo: "La vida se me ha pasado vovlando". El Papa señaló: Así sentimos nosotros, los ancianos, la vida que se fue. Se va. La vida es un don del infinito amor de Dios, pero es también la verificación de nuestro amor por El.
Por eso, cada momento, cada instante de nuestra existencia es un tiempo precioso para amar a Dios y amar al prójimo, y así entrar en la vida eterna.
COMPARTIDO CON MUCHO AMOR,
MACHI V