La viróloga Brianne Barker, de la Universidad Drew, en EEUU, explicó en un artículo para LiveScience que las vacunas que tienen una tasa de eficacia del 95%, de hecho, son "más eficaces de lo que se cree", pues el porcentaje de voluntarios que se contagió de COVID-19 tras ser vacunado solo es del 0,04%.
En realidad, el término eficacia quiere decir que el riesgo de contagiarse de coronavirus por parte de las personas vacunadas en comparación con quienes no recibieron la vacuna es de un 95% —o hasta 20 veces— más bajo.
La médica también recordó que las vacunas contra otras enfermedades muestran tasas de eficacia considerablemente más bajas. Por ejemplo, la vacuna combinada MMR contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola tiene una eficacia del 97% contra el sarampión, y de tan solo un 88% en el caso de las paperas. Y las vacunas contra la gripe tienen una eficacia promedio de entre el 50% y el 60%, pues depende del fármaco y de la cepa del virus. Pero aun así salvan millones de vidas cada año.ZoomShot Pro
Barker subrayó que la tasa de eficacia de diferentes vacunas no se pueden comparar entre sí, y es que fueron probadas en diferentes áreas geográficas y con distintas poblaciones. Tampoco se puede subestimar la aparición de nuevas cepas del coronavirus. Asimismo, solo se trata de la protección contra los síntomas de la enfermedad, y no contra el contagio como tal. Pese a que algunos estudios tempranos demostraron que las vacunas sí son capaces de reducir el número de partículas virales en los pacientes, "no puedes deshacerte de la mascarilla una vez vacunado".
Al mismo tiempo, lo más importante es el hecho de que todas las vacunas tienen una eficacia del 100% contra las formas graves del COVID-19 y, por consiguiente, reducen las hospitalizaciones y las muertes entre los pacientes.
Según datos, los fármacos de Pfizer, Moderna y Johnson&Johnson son capaces de prevenir el coronavirus grave durante seis semanas (para la vacuna de Moderna) o siete semanas después de la primera dosis, si se trata de las vacunas de Pfizer y J&J. Asimismo, ninguno de los pacientes vacunados fue hospitalizado ni murió por el COVID-19.
En cuanto a la Sputnik V del Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya de Rusia, tiene una eficacia del 91,6%, de acuerdo con los resultados provisionales de la tercera fase del ensayo clínico del fármaco —que duró varios meses y en la que participaron casi 20.000 voluntarios— publicados por la revista médica The Lancet. Asimismo, se informó de que los 14.964 voluntarios que recibieron inyecciones de Sputnik V desarrollaron entre 1,3 y 1,5 veces más anticuerpos contra el nuevo coronavirus que los que se recuperaron del COVID-19.
El Comité Independiente de Supervisión de Datos también confirmó que la vacuna rusa es completamente segura, pues el 94% de los efectos adversos fueron leves. Tampoco se detectaron efectos adversos graves ni alergias relacionadas con el producto, y la mayoría de las complicaciones leves se limitaron a síntomas gripales o dolores de cabeza.