LA FISCALÍA CHULAVITA - AMISTADES SIN FRONTERAS

 
LA FISCALÍA CHULAVITA

Díganme la verdad: ¿en realidad alguien en algún momento creyó que el mostrico de Gabriel Jaimes iba a tomar una decisión distinta de la que tomó? 
Yo me he cansado de repetirlo, pero parece que mi mensaje no cala, así que lo voy a repetir una vez más: este gobierno va a ser el ultimo gobierno de la “gente bien”, quienes están luchando a muerte por su supervivencia. Siendo ese el caso, están todos desesperados, agarrándose de Uribe como si se tratara de una tabla de salvación. Cuando un ente hace lo que hizo Jaimes el pasado viernes, eso ya no es ni siquiera corrupción, eso es una lucha de vida o muerte. Presenciar este proceso de descomposición del sistema de la “gente bien” es un espectáculo desolador. Estamos viendo los últimos coletazos de una era, el fin de algo. Así es como se terminan las épocas. Así se desmoronó la última Francia pre-revolucionaria, así se desmoronó Roma, así han sucumbido todos los gobiernos déspotas y abusivos: con gestos déspotas y arbitrarios que sobrepasan las leyes y la civilidad. Duque no es un presidente, es Pu Yi, un último “emperador” títere que actúa con depotismo. 

Ahora, para hablar directamente de los responsables de este gesto decadente de solicitar la preclusión del caso contra Uribe, ¿qué se le puede pedir a ese par de feos que lo ayudaron? Jaimes es uno de los pobres diablos más visibles de la gran burocracia uribista que ha hecho de ese genocida un dios. Yo cuando lo veo me acuerdo de Sauckel, o Kaltenbrunner, uno de esos Nazis mediocres y oscuros que no eran nada antes del ascenso del Nazismo, y que con el ascenso de Hitler tuvieron su cuarto de hora. El rostro siniestro de Jaimes es un anticipo de su mediocridad y sumisión. Tan pronto el tipo fue designado como fiscal del caso de Uribe y la gente vio su rostro en los periódicos y los noticieros, todo el mundo supo enseguida que el tipo iba a precluir el caso. Nunca antes en la historia de la justicia colombiana una cara había resultado tanto una promesa de corrupción como la cara de Jaimes. 
Y algo parecido se puede decir de Barbosa, quien abrió su Fiscalía diciendo que él era el tipo más inteligente, bonito, sabio y elegante que había pasado por el puesto. Obviamente, dijo todo eso para hacer exactamente lo contrario de lo que dijo que iba a hacer. Barbosa y Duque son los dos charlatanes más grandes que ha visto Colombia en décadas. Ni siquiera Uribe ha sido tan charlatán. Ese par de güevones en verdad se creen más vivos que todo el mundo, ellos creen que sus estupideces son indecifrables, el producto de una viveza inigualable. Y lo peor de su cretinismo y su charlatanería es la forma canchera cómo actúan. Ellos están convencidos de que son los dos tipos más avispados de Colombia. 

Ahora, existe un vínculo conector que casi nadie -por no decir nadie- ha visto en todo este episodio. La cadena de mando de toda esta absolución de Uribe es una cadena “alvarista”, pero no de Alvaro Uribe Vélez sino de Alvaro Gómez Hurtado. Duque, presidente, al igual que Barbosa, graduados de una universidad alvarista; Jaimes, santandereano, es de la cuerda de Alejandro Ordoñez, el alvarista vivo más intransigente que queda en Colombia. El Uribismo, para poder sobrevivir, ha quedado reducido al ala fascista del antiguo conservatismo: el Laureanismo. Y como buenos laureanistas, han armado INSTITUCIONES CHULAVITAS para poder sobrevivir. Un Ejército chulavita, una policía chulavita, unos ministros chulavitas como la “Mandril” Arango. Y por supuesto, una Fiscalía Chulavita. Regresamos en el tiempo, esto no es el 2021 sino 1951. Uribe es un Alvaro Gómez Hurtado joven, vestido con camisa negra, coordinando las matanzas de los chulavitas en los pueblos de Colombia. Y si alguien protesta, la Fiscalía Chulavita del mostrico Barbosa va y le inventa una investigación al atrevido y le arman un mierdero. 
Y todos sabemos que pasó con ese gobierno de Laureano: ni siquiera terminó. Vino Rojas Pinilla, la dictadura y la descomposición del Estado. 
Por eso sé que este gobierno es el último gobierno de la gente bien, ya hemos tocado fondo. Las opciones en el 2022 no son Petro contra Fajardo, o Petro contra Char. Es Petro contra una potencial dictadura. Lo único que podría impedir que Petro sea presidente el año entrante es, su asesinato, o un golpe de estado. Ya no queda nadie más en el camino, ya el tipo es inatajable. 

Dicen los malvados que, de salir elegido, Petro va a acabar con Colombia. Me tienen que estar jodiendo. Si Petro sale elegido en el 2022, y todo parece indicar que así va a ser y por un amplio margen, el tipo va a tener que llegar a RECONSTRUIR EL ESTADO DERRUMBADO que le habrá dejado Duque. Para empezar, Petro va a  tener que hacer 5 grandes purgas no más llegar al poder:

Primero, va a tener que purgar la Fiscalía tan pronto salga Barbosa. La Fiscalía hay que hacerla otra vez de ceros, porque estos animales la acabaron. Esto ya no es Fiscalía, es una policía política chulavita. 

Segundo, Petro va a tener que purgar las Fuerzas Armadas para salir de todos los oficiales mafiosos pro-uribistas. 

Tercero, Petro va a tener que reconstruir la Policía de cero. Esta policía no sirve para nada bueno. 

Cuarto, el tipo va a tener que reconstruir el sistema de medios de Colombia, que es una cloaca completa. Hay que introducir legislación para salir del monopolio de medios existentes que está podrido hasta la médula. Esa portada de Semana de ayer es inaceptable, ¡qué bajeza!, ¡qué insulto a las familias de las víctimas de los falsos positivos! La glorificación del genocidio en todo su esplendor. 

Quinto, el tipo va a tener que reconstruir el sistema financiero del país, que, para todos los efectos prácticos, es un monopolio de Sarmiento. 

Y por último, o lo que podríamos llamar la ñapa, el tipo va a tener que sacar adelante todos los casos que las últimas dos fiscalías han escondido: HidroItuango, Reficar, Odebrecht, Falsos Positivos, etc...

Petro ya no tiene nada que destruir, así tuviera deseos de destruir algo, pues ya no queda mucho en pie. Los chulavitas acabaron con el país, esta ya no es una nación. Es “El Búnker”, una pandilla de fascistas encerrados en una fortaleza destruyendo todo a su alrededor para ver si se salvan de los rusos, que ya están a las afueras de Berlín. Y ni siquiera los 6,402 asesinatos que le sacaron a Uribe alcanzaron para que alguien saliera del búnker a expresar sus condolencias. 
Lo peor del fallo de Jaimes es el ambiente en el que lo hizo. El tipo precluyó la investigación justo después de que a Uribe le sacaron 6,402 muertos del fondo de la tierra. Ese chulavita ni siquiera tiene consciencia de su entorno. No solo ha recomendado la preclusion de la investigación de un tipo a todas luces culpable, sino que también sucede que, al que le falló la preclusión, es un genocida. Anótele esa tarea también a Petro para el 2022: meter preso a Jaimes por prevaricato flagrante. 

Señor Presidente Biden, vuelvo a preguntarle: ¿qué hacemos con Uribe? Este monstruo es suyo, ustedes lo impulsaron y ustedes lo financiaron. Esos 6,402 muertos son tan suyos, como de Uribe, pues esa plata la dio los Estados Unidos. Ustedes financiaron a un Nazi, y este Nazi está acabando con el país al que ustedes quisieron ayudar hace 20 años. 
Por lo que más quiera, Presidente Biden, llévese a ese monstruo antes de que sea demasiado tarde. Todo el involucramiento de los Estados Unidos con Uribe se va a terminar sabiendo, y es mejor matar ese cuento de una vez antes de que crezca. Los Estados Unidos está tomando un riesgo al no actuar en contra de Uribe, y ese riesgo se va a materializar tarde o temprano. 

Señor Presidente Biden: llévese a ese monstruo extraditado, ya está bueno, no espere más...