JESUCRISTO.
Si no fuera por ti no serìamos
quienes somos hoy o mucho menos,
Tù fijaste el rumbo en nuestras vidas
con el divino impulso de tus remos.
Hondo y tenebroso es el abismo
al que, sin fè en ti, nos deslizamos
y vivir o morir serìa lo mismo
si, en tu divinidad, nùnca confìaramos
pero creer en ti, es diferente,
cambia nuestra actitud desesperada.
Pues entendemos, al renovar la mente,
que si Jesús, es la persona amada,
El cambiarà la vida equivocada,
hacièndo, de nuestro ayer, otro presente.
Oscar Jimènez Erez
Oscar.J
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