AÚN
Mil veces me engañó; más de mil veces abrió en mi corazón sangrienta herida; de los celos, la copa desabrida, me hizo beber hasta agotar las heces.
Fue en mi vida, con todos sus dobleces, la causa de mi angustia -no extinguida- aunque, ¡pobre de mí!, toda la vida su mentiroso amor... pagué con creces.
Los tiempos han pasado; ya su boca no me da sus caricias, no me abrasa el fuego de sus ósculos de loca;
y sin embargo mi pasión persiste... pues, cuando a veces por mi senda pasa, ¡me alejo mudo, cabizbajo y triste!
JULIO FLOREZ
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