Ha mucho tiempo ya que te buscaba.
¡Que has hecho de mi vida y de la tuya?
¡Respóndeme malvada¡
¿Por qué dejaste abandonado el nido
cuando mas tu calor necesitaba?
Como escapaste aquella noche fría,
en que espere con ansia a que volvieras
antes de extinguirse
el calor de tu cuerpo entre las sabanas…
Aquella noche que empezó con duda y termino con rabia.
¡Alza la vista¡ ¡veme fijamente¡
¡Mírame cara a cara¡
Ya la niña murió, murió en mis brazos,
y al morir te llamaba…
¡No vayas, indiscreta, a preguntarme
en donde esta enterrada¡
Tiene una tumba entre otros niños muertos,
con una cruz muy blanca.
Que no se te vaya a ocurrir llevarle flores.
¡Que nunca se te ocurra profanarla¡
Pudiera suceder si tal tú hicieras
que se abriera la tierra y te tragara.
¡Ah¡ que castigo por muy cruel que fuese
podría borrar tu falta.
No encuentro uno lo bastante cruel,
no encuentro uno que me satisfaga.
Seria preciso…que yo fuera…lumbre,
que pudiera envolverte en una llama
y que fueras ardiendo por el mundo
como una antorcha humana.
Seria preciso que yo fuera nube
que te llevara a una región muy alta,
y al dejarte caer desde la altura
que en un montón de espinas te clavaras.
Yo quisiera ser ave de rapiña,
buitre, cóndor o águila,
y sacarte los ojos con el pico
y el corazón sacarte con las garras.
…Seria preciso que yo fuera rió,
que en mi profundo cauce te ahogaras,
que tu cadáver en vaivén macabro
en mis hondas flotara,
y que fuera azotándolo mi furia
de cascada en cascada,
hasta arrojarlo sobre alguna orilla
en donde algún chacal te devorara
Julio Sesto.