No,
todavía no quiero desprenderme
de mi juventud de antaño, de mi madurez
de ahora o de mi presente, aunque esté un poco lejano.
De la sabiduría retomaré la vida sin estupidez.
No,
no deseo adentrarme en el pasado,
ni tampoco en el momento de mis tristezas;
solo deseo seguir siempre adelante.
Retomaré la esperanza siempre dispuesta.
No,
no entiendo como se puede pensar,
que hay momentos en que me siento afligida
porque siento de nuevo la tristeza difícil de olvidar.
Indagaré el camino sin una vida ya vivida.
No,
no quiero pensar, ni dedicarle tiempo
a los vanos recuerdos porque… ¡ quiero vivir!;
Quiero todavía desempolvar las ilusiones que guardé en mi cajón.
Dejaré que la pasión de nuevo, me haga sentir y revivir.
No,
no deseo ver la lluvia a través del cristal, quiero ¡sentirla!,
ni la nieve desolando los yacentes campos,
quiero ver mi porvenir ¡esplendoroso!
Que nazca de nuevo la sinceridad eterna, sin llantos.
No,
no deseo ver morir la hierva vigorosa de la primavera
y dejar de sentir su aroma en su olor salvaje
que con fuerza, nos abraza al retomar de nuevo el viaje.
La fuerza todavía surge y el calor con su presencia lo malo deshace.
No,
no me bloqueará la mente que furtiva va misteriosa,
y que bajo su mirada hace que se bloquee la mente;
quiero vivir plena de sentimientos si engaños, eternamente.
Retomaré las fuerzas hasta sentir que mi piel se estremece.
Afuera está la vida, ¡solo quiero vivir!.