Despacio, no apures tus besos
que hacen vibrar mi alma,
no aceleres las caricias
que aprisionan mis sentidos.
Detén el palpitar de tu corazón
cuando esté dentro del mío,
deja que la sangre hierva
en el frenesí y el delirio.
Despacio, dejemos que el tiempo muera,
que permanezca eternamente
congelado, inmóvil,
entre tu mirada y mi suspiro.
Despacio, dejemos que el sudor bañe
nuestra piel,
la humedezca de deseo,
contaminado de amor y pasión.
Despacio, permite que muera el tiempo
sepultado en nuestras manos,
y vivamos el destino, por siempre
fundidos en mil abrazos.