Me contaban cuentos
por las tardes
con el canto del Crepúsculo
en el glorioso traje
del verano,
donde mi armonía
de poeta buscaba cielo,
donde se escucha el trino
de un cenzontle
en el monte divino
y sonoro
de un frenesí en coro.
Reía y danzaba
en los trajes exquisitos
del sonar sereno.
¡Yo era un niño
pobre, y descalzo
pero; creía en un manantial
de melodía
por el río de mi mundo
la fantasía!
Divagaba
por la quebrada
entre arbustos,
los pájaros
entonaban himnos
de esperanza.
Era profunda cada tonada.
Era melancólico cada sonar
de un intenso ir del tiempo
que le permite
al pensamiento el regreso.
Era profunda cada tonada...,
y el toque divino de cada verso
¡Por mi desvelada sonata
que llegaba a amontonarse
a la entrada del balcón
de mi alma en exceso!
en mi valle al reverso
ahí, donde un sueño de sinfonía
desata un encanto.
Me contaban cuento
por las tardes
en el glorioso
traje del verano.
Buscaba cielos, recorría
a ríos de embeleso
sin cansancio
tras un sueño humano.
AUTOR: MARLON PAZ BARQUERO
NICARAGüENSE