El Olor del Pensamiento
Si vuestros corazones son puros, sentirán que las cosas pequeñas los afectan. Por esa razón, porque es el templo de Dios, tenemos que mantener al cuerpo limpio. De adentro se mantendrá limpio al darle comida que no lo corrompa y al vivir de una manera pura. "Benditos son los puros de corazón, porque verán a Dios".Aunque pongamos a un pez en el río, el mal olor no lo abandona. El agua puede limpiar vuestros cuerpos, pero a menos que vuestros pensamientos sean puros y vuestras mentes sean puras, vuestros cuerpos no pueden ser puros. Os daré un ejemplo: cada mañana os bañáis; y si por un día no lo hacéis, percibiréis un mal olor en el cuerpo. Esto es debido a los pensamientos que cruzan la mente a diario.
Cada pensamiento tiene su propio efecto, su propio olor, su propio color, cuiden eso. Yo os digo, aquellos que tienen pensamientos sucios o lujuriosos, tendrán un olor tal en sus cuerpos que aún si se limpian el cuerpo cada mañana, seguirán encontrando ese mal olor presente. ¿Qué resulta si sentís ira o rencor o algo en contra de alguien? Eso afectará vuestro cuerpo. Provocará un olor en el cuerpo. Encontraréis un mal olor, como el de un trapo quemándose. Si tenéis gula al comer, si sois voraces, el olor de vuestro cuerpo será como el mal olor de un pez. Así que hay diferentes olores. Si vuestros corazones son puros, si sólo tenéis buenos pensamientos, si tenéis amor, pensamientos de amor, elevados pensamientos espirituales y amor por dios, entonces el olor de vuestro cuerpo será como el jazmín. En el cuerpo humano de alguien cuyos pensamientos son puros y limpios encontraréis un buen terreno para que Dios se manifieste.
Tulsi Sabih dice, "Solo limpia tu corazón, limpia tu mente." Y ¿qué es la limpieza de la mente? No permitir que cualquier otro pensamiento más que el de Dios permanezca en ti .Aún si vivís en el mundo, entre hijos, familia, amigos la aguja de tu brújula siempre debe estar dirigida a Dios. Las acciones hablan más fuerte que las palabras, y los pensamientos son más potentes. No tenéis que decirle a alguien,"Soy una flor; la flor es muy fragante." Deja que la flor emita su fragancia, y deja que los demás digan que la flor es fragante. Dejen que sus vidas prueben que tienen algo más elevado.
Saber algo no es llegar a ser algo. Saber sólo significa tener en el cerebro y la memoria algo que alguien dijo. Pero eso no os dará nada a menos que lo vivas. La gente os juzgará por vuestras acciones.. Vuestros pensamientos son más potentes porque los pensamientos irradian: si tenéis pensamientos amorosos, estos pensamientos irradiarán amor. En las vidas de los Santos han sucedido eventos en los cuáles aún las serpientes no les hicieron daño. En una historia de Gurú Nanak, un Maestro perfecto, se relata que yacía meditando debajo de un árbol. Más tarde, el ángulo del sol cambió y también la sombra que se proyectaba sobre su cara cambió. Entonces los rayos del sol incidieron directamente sobre la cara del Maestro. De pronto una cobra llegó y se detuvo frente a él para que los rayos del sol quemaran su cara. Cuando la gente pasó por allí y vio a la serpiente venenosa, creyó que Nanak estaba muerto debido a una mordedura. Pero, al acercarse las personas, la cobra escapó y Gurú Nanak se incorporó porque estaba vivo. ¿Por qué? Porque el amor irradia de nuestro ser.
Algo similar me pasó en un satsang en Delhi. Unas 2000 personas estaban en el satsang y mientras que daba la charla, una pequeña cobra se paró en el estrado, frente a mí. La gente gritó: ¡Hay una cobra! Yo les dije: déjenla, déjenla que venga y se quede aquí. Y la cobra se quedó toda la hora, escuchando la charla, mirándome. Cuando terminó la charla entonces se fue. La gente dijo: ¡Vamos a matarla! ¿Por qué? No ha hecho nada. ¿Por qué matarla? Lo que quiero decir es que si tenéis amor por todos, ni las serpientes os lastimarán. Hay un dicho que dice: Sé sabio como una serpiente. Las serpientes son muy sabias, fíjense. Si ves a una serpiente y pensáis ¡Mátala! Ese pensamiento le llega y ella se defiende atacando. Si no tenéis pensamientos malos para nadie, nadie os lastimará.
Claudio Ruah Shekaina