La ceremonia consistía en la coronación del heredero al trono,
el Psihipqua en Zipa o rey,
para ello se llenaba la embarcación de útiles de oro y piedras preciosas
y se untaba al pretendiente a ser el nuevo monarca en aceite y oro en polvo,
por lo que su cuerpo quedaba totalmente dorado.
Cuando todo estuviese listo el psihipqua partía,
junto con los cuatro nobles de sangre pura (los cuatro príncipes Uzaques)
hacia el centro de la laguna.
La embarcación contenía cuatro grandes braseros donde se quemaba moque y trementina
junto con otros perfumes en el momento de la ceremonia La barca llegaba al medio de la orilla
y se izaba una gran bandera mientras que las figurillas doradas
eran arrojadas a la laguna como ofrenda a los dioses,
por último se sumergía al nuevo Zipa en la laguna y los espectadores
(guerreros, vasallos y nobles)
tocaban instrumentos y vitoreaban al nuevo cacique