Mi alma me habló y me dijo:
la linterna que llevas no es tuya y la canción que cantas
no fue compuesta en lo profundo de tu corazón,
porque aunque sostengas la luz no eres la luz,
y aunque seas un laúd con las cuerdas tensas no eres el ejecutante.
Mi alma me habló, hermano, y me enseñó muchas cosas.
Y tu alma también te ha hablado y también te ha enseñado.
Porque tú y yo somos uno y no hay diferencia entre nosotros,
salvo que yo proclamo lo que hay en mi ser íntimo,
mientras que tú lo guardas como un secreto de tu intimidad.
Pero en tu reserva hay una especie de virtud....
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