RIMA XXVIII
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugo su llanto y la frase en mis labios expiró.
----------
Yo voy por un camino: ella, por otro; pero al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún, ¿por qué callé aquel día? Y ella dirá, ,¿por qué no lloré yo?
-----------
¡No me admiró tu olvido! Aunque de un día, me admiró tu cariño mucho más; porque lo que hay en mí que vale algo, eso... ni lo pudiste sospechar.
Gustavo Adolfo Becquer
|