Hacen gestos las sombras de la noche.
He aprendido a vivir entre ojos ausentes,
para que la soledad no sienta ningún miedo.
Desde la torre más alta que se asoma,
siento venir el amor que muere poco a poco
ahogado en la garganta.
¡Hay tanto por hacer bajo la noche!
Sentarme en un lugar tranquilo de la casa;
retozar en la hamaca que me espera silenciosa
como sombra sin rostro o imagen enmarcada
y leer a Neruda o Alberti, palpitando en mi canto.
Sentir que me traspasan las miradas,
como una imagen que se cuela por dentro.
Inventar un poema que me salga del alma
entre gotas de lluvia golpeando en la ventana
y el corazón, palpitando en cada verso.
¡Hay tanto por decir de la nostalgia!
Lucia Gomez
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