EL SILENCIO DE LA MUERTE
Que silencio encierran las puertas
de un campo santo,
los
muertos están durmiendo
el sueño muy largo.
Que historia te contarían
si abrieran sus labios,
unas quizás de alegría,
otras de desencantos.
No nos de ansias el hablar
de la vida que se acaba,
pues con ella se duermen
las alegrías y las desgracias,
y cumplimos una meta
que trazada ya tenemos,
porque en el parto ya lloramos
lo que en su día perderemos.
Que silencio encierran
las puertas de un campo santo,
quizás si pudieran hablar
se reirían de nuestro llanto,
porque no es más desgraciado
el que duerme ya tranquilo,
quizás lo sea mucho más
el que duerme sin destino.
La vida es muy hermosa
pero tiene su final,
hay que aceptarla cuando llega,
y conformarse, cuando se va.
Porque cansa vivir la vida
cuando te ponen tantas barreras,
y si la meta consigues,
es alegría y no pena.
Que silencio encierran
las puertas de un campo santo,
no te de miedo entrar
los muertos no te harán daño,
relájate en su interior
como presumen las flores,
de adornar con mucho orgullo
a todos sus moradores.