«Si logras estar firme cuando en tu derredor.
todo el mundo se ofusca y tacha tu entereza..
Si cuando todos dudan, fías en tu valor..
y al mismo tiempo sabes excusar su flaqueza…
Si sueñas pero el sueño no se vuelve tu rey..
Si piensas y el pensar no mengua tus ardores..
Si el triunfo o la derrota no te imponen su ley..
y los tratas lo mismo, como dos impostores…
Si entre la turba das a la virtud abrigo..
Si marchando con reyes del orgullo has triunfado..
Si no pueden herirte ni amigo ni enemigo..
Si eres bueno con todos, pero no demasiado..
Tuya es la tierra y todos sus codiciados frutos..
y lo que más importa: ¡serás hombre, hijo mio!».
Es parte de un poema de Rudyard Kipling
que escribe Ricardo B. Salinas en «El Economista».
|