Algo prohibido…
Siempre la amé en silencio pues era algo prohibido,
al ser amor ajeno que era comprometido.
Ella fue como un sueño… Una hermosa quimera:
un sueño que crecía como una enredadera…
Ella nunca lo supo y nadie mas sabía,
lo que en mi corazón poco a poco crecía,
pues este amor secreto lo guardé para mí,
al saber que ella nunca podría darme el sí…
Y así amar no se puede a una mujer ajena,
ya que eso es algo en vano, que nos llena de pena.
Por eso es que hoy yo sufro pues no puedo olvidar,
a esa mujer que yo amo sin que me pueda amar…
Jose Enrique Flandez