Muchas veces me se, enconmendar a Dios,
cuando veo tanta desidia en la calle
con respeto a los perros que andan sueltos,
cuyos dueños los dejar hechados a suerte,
cuando ven que ya no les sirve,
abandonàndolos en la vìa pùblica
sin que se sensibilicen por su destino final,
que no se merecen siendo seres indefenzos ...
Se siente impotencia en el alma,
viendo que desafortunadamente no se puede
hacer nada aunque haya campañas
de concientizaciòn que ayuden a resolver
problemas de este tipo,
carente de afecto, digno de làstima,
provocando a que cualquiera que
ame a los animales
hasta se les caeràn las làgrimas
por esa irresponsabilidad de ver que tienen
mascotas con fecha de vencimiento,
y sin que se les mueva un pelo,
los dejan que se ganen la calle y sobrevivan
a aquello que les depararà los lugares ajenos...
Saben una cosa...?
no puedo contener mi llanto mientras trato de
escribir el oprovio que se ver a menudo,
no es menor el dato de que cada diez perros,
seis tienen destino incierto,
por esos dueños anònimos que facilmente
los dejan en una carretera porque tal
vez se justifiquen algunos con que han
mordido a un ser querido,
y es catalogado, de peligroso, acaso,
sin haberlo educado, como es debido...
Estan hechados a su suerte,
es la dura realidad que afectan a estos
animalitos inteligentes,
basta con verlos con su mirada triste
para saber que extrañan aùn a aquello hipòcritas
que lo han adoptado porque querìan conformar
a un hipotètico nene, y que ahora les molesta
por la sencilla razòn que los chicos crecen
y la mascota pasa a ser un miembro que se queda
en las puertas del olvido,
y no ser recordados siempre...
Nunca dejo de pedile a Dios que los proteja
y a San Roque,
el santo milagroso de estos encantadores
perritos,
deseo profundamente que los acobijen
todo lo que puedan,
hasta que lleguen al reino de los cielos,
que sin dudas es su casa materna...
De Chiquito Benites
