Si tu mano y la mía se entrelazan y se ayudan, son manos llenas de fortaleza.
Tu mano sola es débil, la mía sola es débil, pero juntas son fuertes.
Si tu mano y la mía se estrechan en fraterno abrazo son manos hermanadas en un mismo proyecto de vida.
Si tu mano y la mía se unen, serán manos amigas y no manos extrañas que mutuamente se hieren.
Si tu mano y la mía se abrazan, se hacen puente por donde el uno puede caminar hacía el otro.
Si tu mano y la mía se unen, se hacen manos de compromiso y solidaridad.
ESKARLATA