El auto estacionò en la puerta de la Iglesia.
El hombre, impecable y pulcro, bajo de él, subió la escalinata y se dirigio hacia el portal.
El sol de ese domingo se filtraba a traves de los vitreaux, dando al interior, un ambiente alegre y diáfano.
El cura arrodillado ante el altar, se persignó y dió media vuelta al sentir los pasos resueltos que se le acercaban.
Creyó reconocer al hombre que hace poco mas de 1 año, habia entrado una vez vestido humildemente a su Iglesia, pidiendo un poco de comida y abrigo.
-- Hola hijo mio...
-- Hola Padre. Tanto tiempo, verdad...?
-- Si... mucho tiempo. Pero.. que ha sido de tu vida, cuéntame... ¿Eres tu el mismo que hace un año vino a este sagrado lugar pidiendo por un plato de comida, confundido y apesadumbrado por las circunstancias de ese momento? ¿El mismo hombre que cansado de la vida, no encontraba sentido a nada? ¿Al que lo superaban los problemas pasados?
El hombre lo miró sonriente... y le contestó.
-- Si Padre... el mismo. Pero seguí su consejo. En aquella oportunidad usted me pidió que me remitiera a la Biblia, ya que nunca la había leído.
¿Recuerda Padre...?
El cura lo miraba sin compender muy bien...
-- Usted me dijo que tomara La biblia entre mis manos y la dejara caer sobre la mesa.... Que Dios me indicaría en la hoja que se abriera, algun mensaje para mi desconsolada alma...y que allí leyera ese mensaje. Que buscara en la hoja abierta el mensaje que Dios me tenia reservado... y que aprendiera de el...
-- Si...-- le dijo el cura sonriente-- recuerdo haberte dicho eso....
-- Pues bien Padre.. segui su consejo y así lo hice...
Desde ahí mi vida cambió
-- Así lo noto... -- dijo el cura.
-- Ha dado un gran vuelco en realidad. Solo venia a agradecerle ese consejo, Padre.
Y dicho ésto, y dándole la mano al sorprendido cura, se dispuso a marcharse...
-- Espera hijo... --le dijo intrigado-- dime una cosa.... ¿que leiste en la hoja que se abrió al azar ante tus ojos?
-- Ah... leí Capitulo 18.
--Perdóname. Ya los años van haciendo que mi memoria falle. No recuerdo que dice el capitulo 18....
-- Yo tampoco lo sé Padre... nunca lo leí. Pero sí entendí una cosa....algo que me sirvió para terminar con mis penas que arrastraba desde hace tiempo... Para dejar atras las culpas y los lamentos que no me dejaban en paz. Para empezar de nuevo una vida diferente y entender que cada día... es una nueva oportunidad.
-- ¿Que cosa...? --le pregunto el cura intrigado.
-- Aprendi que el Capitulo 17... habia ya terminado...
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