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CULTO Y CULTURA: Homenaje a la VALENTÍA de Fernando Savater
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: ESKARLATA  (Mensaje original) Enviado: 05/06/2009 16:34

De este hombre y su actitud e Integridad ante la vida sí q se puede aprender y no viendo a la Gran Hormona o pingajillos semejantes.
Aquí, un extracto de una entrevista. El resto lo veréis en:

http://www.unesco.org/courier/2001_07/sp/dires.htm

----______________________________________________________

Amenazado de muerte en su propio país por los terroristas de ETA, este filósofo español practica el pesimismo activo, batallando sin armas contra las armas.

Filósofo, escritor, profesor de Universidad… a pesar de sus múltiples ocupaciones y de los más de 45 libros que ha publicado, últimamente parece que sólo se acude a usted para que hable del conflicto vasco. ¿No le pesa?
Es un poco aburrido y reduccionista, porque uno se ha dedicado a muchas cosas, quizá demasiadas, a lo largo de la vida, y lo único que le queda a la gente en la cabeza es que te pusiste un día en una esquina con una pancarta. Pero en fin, a veces los problemas son ésos. La gente no tiene obligación de preocuparse por la filosofía, pero creo que sí la tiene de preocuparse por el país en que vive. No tengo ningún interés en reclamar la atención sobre mí. Lo único que intento es utilizar la audiencia pública que pueda tener para ponerla al servicio de algo que me parece importante, que es la defensa del Estado de derecho y la lucha contra el totalitarismo en mi tierra.

Debe de resultarle insoportable no poder hacer nada sin ir acompañado por escoltas.
El otro día, una persona me preguntó, con toda su buena voluntad por otra parte: ¿Qué siente al tener que ir con escolta? Y yo le contesté: ¿Y bueno, qué siente usted al ver a gran parte de sus conciudadanos, periodistas, profesores, concejales, amas de casa, que tienen que hacer su vida acompañados de escoltas? ¿Por qué es un problema psicológico qué siente uno al ir escoltado y no qué siente el otro viéndote pasar con la escolta? Habría que decirle a la gente: ¿a ustedes qué les parece que estemos hablando de una unidad europea, y de pronto les cuentan que en un lugar de Europa la gente no puede salir a la calle en paz?

La plataforma Basta Ya, de la que usted es portavoz, acaba de recibir en el Parlamento Europeo el premio Sajarov de los derechos humanos. ¿Puede explicarnos qué es Basta Ya?
Es una iniciativa más de las muchas que ha habido en estos años en el País Vasco que intenta denunciar la violencia y oponerse a ella. Quizá lo característico de Basta Ya es que hemos salido a la calle no solamente para decir lo que no queremos (violencia, crímenes, asesinatos), sino también para defender lo que queremos: estatuto de autonomía y Constitución, es decir, lo que es el Estado de derecho español, que por supuesto puede evolucionar y transformarse, pero no por la fuerza.

En los 25 años transcurridos desde la muerte de Franco, el País Vasco, como otras regiones españolas, ha ido obteniendo una autonomía cada vez más amplia, y sin embargo las víctimas del terrorismo de ETA son más de 800, ¿por qué tanta violencia?
La violencia se alimenta de una ideología étnico-totalitaria que se ha ido forjando a lo largo del tiempo, probablemente con elementos acumulados de la época de Franco, que hoy está enquistada y constituye una amenaza bastante insólita dentro de Europa, porque verdaderamente no se ve muy bien qué justificación puede tener a estas alturas.
Es verdad que lo que ocurre en el País Vasco es raro, porque en otros lugares hay unas desigualdades de poder y económicas notables y una conculcación evidente de derechos humanos que, aunque no legitimen, al menos explican que haya violencia.

¿Cómo qué lugares?
Por ejemplo, Colombia es un país muy injusto, de grandes desigualdades económicas y educativas. No es que yo piense que la guerrilla allí sea un movimiento liberador, en absoluto, pero uno puede entender que haya personas que se pasen a la lucha armada, como en El Salvador o Guatemala en su momento. O en la propia Irlanda, donde secularmente la situación de los católicos ha sido de marginación, de exclusión y de postergación frente a los protestantes unitarios. Y no digamos Palestina y Oriente Medio. Hay lugares en que sin que uno vaya a decir que le parece bien la lucha armada, de alguna forma comprende que exista todo ese mundo de violencia.

¿Y por qué según usted el caso del País Vasco es diferente?
El País Vasco es una zona donde se goza de unas libertades como las de cualquier otro país europeo. Hay un grado de autonomía política y fiscal mayor que en los lander alemanes y un parlamento propio en el que están representados todos los partidos políticos, incluidos los independentistas. Es una zona desarrollada y sin problemas económicos. El gran problema vasco es que no existe problema vasco, es decir, que no existe una base objetiva, histórica ni económica para justificarlo. Y las ideas de ETA o, digámoslo claramente, las ideas del nacionalismo vasco no serían tomadas en serio si no fuera por la violencia.

¿Cómo desmentiría a quienes apoyan a ETA si no en la forma, sí al menos en el fondo, porque sostienen que su lucha armada es la única manera que tienen de conseguir la independencia?
Desde luego que sí, yo estoy convencido de que es la única forma que tienen de conseguir la independencia porque, claro, son una minoría dentro de una sociedad que no quiere eso. La legitimidad de ETA es exactamente la misma que tienen los asaltantes para entrar armados en los bancos. Como ellos no tienen dinero en el banco y el dueño del banco no se lo va a dar voluntariamente, pues entran con una pistola para que se lo den. Lo que pasa es que, no ya sus medios, sino el proyecto mismo de ETA, tampoco es legítimo. Yo no creo que sea legítimo sustituir una democracia de ciudadanos por una democracia étnica. Crear un Estado puede ser un proyecto político, puesto que los Estados son convenciones, pero no es un derecho, y sobre todo no es una obligación que los demás sintamos interés ni entusiasmo por una situación política que propugnan personas cuyos medios y cuyas ideas –mitad racistas, mitad radicalismo marxista– no son compartidas por el resto de la población.

Hay quien alega que los vascos sufrieron más que otros españoles durante el franquismo…
Eso es un mito evidente. Franco, que no tuvo muchos ministros catalanes, en cambio sí tenía ministros vascos a montones. Y veraneaba tranquilamente en San Sebastián en un barquito en medio de la playa de la Concha, cosa que evidentemente José María Aznar no podría hacer hoy. Hubo naturalmente vascos reprimidos, perseguidos, lesionados, como en todas partes. La lengua estaba marginada, aunque no tanto como se ha dicho, porque había congresos y enseñanza en euskera. Pero los vascos sufrieron tan poco que las provincias vascas eran las de mayor renta de todo el territorio. En 1975, Guipúzcoa era la provincia número uno en renta per capita y Vizcaya la segunda. Hoy me parece que son la 13 o 14. De modo que es una mitología que los vascos sufrieron más que los demás. La mayoría, y desde luego la mayoría de los que se convirtieron en nacionalistas a partir de la muerte de Franco, porque hasta entonces eran franquistas, se beneficiaron del franquismo a costa de otros.

Algunos historiadores se extrañan de que en España no se hiciera ningún tipo de trabajo de memoria durante la transición. Un día se murió Franco y al día siguiente había una monarquía parlamentaria…¿es que los españoles son amnésicos?
La inmensa mayoría de la sociedad española había procurado mirar para otro lado en la época del franquismo, sobre todo al final. La gente se decía: “no nos metamos demasiado en profundidades y dejemos que este señor llegue a su final natural, que ya le queda poco”. En el País Vasco, ese trabajo de memoria fue más bien una amnesia voluntaria repartida: yo olvido lo que tú has hecho y tú olvidas lo que he hecho yo. En el año 78 hubo en el País Vasco una amnistía general de todo tipo de delitos, algo único en Europa, porque en ningún lugar ha existido una amnistía tan global y absoluta. La coartada para no hacer investigaciones sobre autoridades franquistas fue que no se hizo ninguna respecto a los terroristas. Y, lo mismo que se liberó al etarra que había matado a quien fuese, no hubo más remedio que olvidar al general o al comisario que habían cometido otros delitos.
¿Hay minorías que estén legitimadas para pedir el derecho de autodeterminación?
El derecho de autodeterminación es un derecho político, un logro histórico de determinadas comunidades que se cimientan en Estados frente a las demás. Por razones históricas, el perímetro y la extensión que España tiene hoy no es el que tenía hace mil años y puede que no sea el que tenga dentro de mil, lo mismo que Estados Unidos o cualquier otro lugar. Pero todo eso no tiene nada que ver con la cuestión de las minorías. Piense que en el mundo hay aproximadamente 200 Estados y más de 5.000 lenguas distintas, lo que significa que la mayoría de los Estados tienen muchas lenguas y diversidad de grupos étnicos en su interior.
Se podría pensar que es usted enemigo de las minorías…
No soy hostil a las minorías. Todos pertenecemos a minorías estereotipadas por otros; grupos de aficiones, de intereses o incluso de tradiciones religiosas. Yo pertenezco a la de los aficionados a las carreras de caballos, lo que ocurre es que no tenemos antropólogos que hablen por nosotros ni una representación ante las Naciones Unidas. El mundo está lleno de estas cosas y no hay nada de malo en ello. De lo que soy enemigo es de quienes inventan identidades a grupos determinados y fragmentan la humanidad accesoriamente en lugar de intentar buscar las ventajas de la civilización para todos. Y aún más cuando esos rasgos identitarios son por ejemplo la ablación del clítoris o cualquier otra barbaridad.

Pero el riesgo opuesto es la uniformidad.
No creo que haya que tener ningún culto maniático por la diferencia ni ningún horror no menos maniático ante la homogeneidad. En sí mismas, las diferencias no son buenas por ser diferencias. Algunas son valiosas, enriquecedoras, y aumentan el placer de la experiencia humana, pero otras son residuos atávicos y atroces de un pasado que cuanto antes dejemos olvidado, mejor. En este sentido, la esclavitud es diferente al contrato laboral, pero es que el contrato laboral es mejor, y se ve absurdo que para defender la pluralidad admitiéramos que unos tuvieran contrato laboral y otros fueran esclavos. Ojalá que todo el mundo fuera educado, tuviera una seguridad social y una protección de la infancia, de la mujer en parto, de los ancianos. Lo que podemos lamentar es que el mundo se homogeneiza solamente en aspectos comerciales, con los capitales especulativos yendo de un lado a otro, y no en aquellas cosas que serían deseables, como la defensa de los derechos humanos y la educación.

¿No lamenta usted la globalización?
Es que, en contra de otra superstición que oigo mucho, tampoco veo que el mundo se vaya haciendo todo igual, por desgracia. Entre Suecia y Ruanda no solamente no va habiendo menos diferencias, sino que va habiendo más. Y desde luego los países están llenos de peculiaridades muchas de las cuales son espeluznantes, de modo que ojalá el mundo fuera más uniforme y los derechos fundamentales se respetaran en todas partes por igual.

¿Qué hay que defender entonces?
La capacidad creativa. Lo importante es que se respeten todas las posibilidades de creación que haya en un lado o en otro. Conservar arqueológicamente las peculiaridades porque “son lo que aquí siempre ha existido”, cuando en realidad consisten en que cuatro o cinco folcloristas, o arqueólogos, o antropólogos, inventan y acuñan una identidad y todos los demás tienen que seguir ese camino sin mezclarse con nadie, sinceramente a mí no me parece ninguna ventaja. De modo que lo que me preocupa en todo este asunto no son ni las identidades, por las que no tengo ninguna fascinación, ni la defensa de un pluralismo que creo que está asegurado porque los seres humanos siempre vamos a nacer diferentes unos de otros.
[...]
Aun a riesgo de aburrirle, no quisiera terminar sin preguntarle si es optimista respecto a una solución del conflicto vasco…
Hay una milonga que dice que muchas veces la esperanza son ganas de descansar. En este caso, tener esperanza es decir: “Ya se arreglará esto, poco a poco, la vida, el tiempo…”.Yo creo que ni el tiempo ni el espacio arreglan nada por sí mismos, soy un pesimista activo. Las cosas no se van a resolver solas; la situación es muy grave y está muy mal. Y labores como la difusión por Europa, para que Europa sepa lo que ocurre y se responsabilice o colabore de alguna forma con los que estamos
luchando contra el fascismo aquí pueden ser útiles. Porque lo mismo que se han movilizado para apoyar a quienes estaban amenazados por el totalitarismo en Kosovo o en otros lugares, aquí también hay que actuar.
Uno cuando hace cosas las hace esperando que salgan bien, y en ese sentido es optimista, porque piensa que haciéndolas la situación puede mejorar. Pero tampoco es un proceso automático. El problema no es que se pongan de acuerdo los partidos soberanistas y los constitucionalistas, eso no tiene nada que ver. ¿Va a cambiar la forma de educar a los chicos? ¿Va a desaparecer la propaganda en la televisión? ¿Va a cesar esa inculcación sistemática de odio en el País Vasco a todo lo que signifique España, o españoles, es decir, a más de la mitad de la población que vive allí? ¿Va a variar eso? ¿Hay alguna medida que se haya aprobado para cambiarlo? De modo que hay que seguir luchando.

¿Y usted va a seguir?
Yo voy a intentar seguir, sí... Si me dejan.

Bueno Ibn. Pues chavalón, enhorabuena, porque has dado con uno de mis héroes particulares.

No tengo ni idea de qué van sus convicciones políticas. Tampoco me interesan lo más mínimo. De momento. Sin embargo, tal y como suele pasar con cierto tipo de personas, éste es de los que se le ven venir de lejos. Con personas así, leer de qué van suele ser infinitamente más sencillo que otros que van de sencillos y son infinitamente más retorcidos. E, independientemente de sus ideas, observarles suele ser un verdadero gustazo. ¿Por qué? Porque gozan de lo que ya hemos comentado por aquí:

Porte en el Ser y elegancia en el Hacer.

Me descubro el sombrero ante Savater. Y lo que me tenga que descubrir. Me parece un tío AUTëNTICO, de la cabeza a los pies, y con unos de los cojones más gordos que yo haya visto en cualquier personaje en España.

Savater fue el primero que introdujo al rumano de Ciorán -colega de Mircea Eliade, por cierto- en España. Ciorán, otro personaje interesantíiiisimo. Tildado de pesimista y filo-suicida, temido por muchísimos. Leer a Ciorán es como ver Unan1mous: revuelve las tripas. Laughing Very Happy Y sin embargo, lo que cuenta Ciorán puede tornarse en uno de los más maravillosos cantos a la naturaleza humana... uff... tela... Shocked

Recomiendo sin reservas cualquier libro de Savater. Su estilo es fresco, directo, sin barroquismos, claro, ameno. Se nota que quiere hacerse entender, sin ofuscar ni oscurecer. ¿Por qué? Porque le pasa lo que a los grandes: que no necesitan ir de nada para demostrar nada.

Pego parte de un capítulo de su Ética para Amador. Un libro soberbio, escrito para su hijo pequeño.



Cuando te hablo de libertad es a esto a lo que me refiero. A lo que nos diferencia de las termitas y de las mareas, de todo lo que se mueve de modo necesario e irremediable. Cierto que no podemos hacer cualquier cosa que queramos, pero también es cierto que no estamos obligados a querer hacer una sola cosa. Y aquí conviene señalar dos aclaraciones respecto a la libertad:

Primera: No somos libres de elegir lo que nos pasa (haber nacido tal día, de tales padres y en tal país, padecer un cáncer o ser atropellados por un coche, ser guapos o feos, que los aqueos se empeñen en conquistar nuestra ciudad, etc.) sino libres para responder a lo que nos pasa de tal o cual modo (obedecer o rebelarnos, ser prudentes o temerarios, vengativos o resignados, vestirnos a la moda o disfrazarnos de oso de las cavernas, defender Troya o huir, etc.).

Segunda: Ser libres para intentar algo no tiene nada que ver con lograrlo indefectiblemente. No es lo mismo la libertad (que consiste en elegir dentro de lo posible) que la omnipotencia (que sería conseguir siempre lo que uno quiere, aunque pareciese imposible). Por ello, cuanta más capacidad de acción tengamos, mejores resultados podremos obtener de nuestra libertad. Soy libre de querer subir al monte Everest, pero dado mi lamentable estado físico y mi nula preparación en alpinismo es prácticamente imposible que consiguiera mi objetivo. En cambio soy libre de leer o no leer, pero como aprendí a leer de pequeñito la cosa no me resulta demasiado difícil si decido hacerlo. Hay cosas que dependen de mi voluntad (y eso es ser libre) pero no todo depende de mi voluntad (entonces sería omnipotente), porque en el mundo hay otras muchas voluntades y otras muchas necesidades que no controlo a mi gusto. Si no me conozco ni a mí mismo ni al mundo en que vivo, mi libertad se estrellará una y otra vez contra lo necesario. Pero, cosa importante, no por ello dejaré de ser libre... aunque me escueza.

Parece ser que la noticia ya tiene algunos días, pero es que tengo por sanísima costumbre passsssssssar por completo de todo tipo de noticias, y me he enterado ahora.

Pues nada, que parece ser que le han censurado un artículo a Savater, que, por lo visto, la debe de estar montando gorda por allí. ¡Bien, coññññio, bien!

Sea.



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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: ESKARLATA Enviado: 05/06/2009 16:36

"Casa tomada", de Fernando Savater
Artículo censurado en El País y publicado en El Correo el 19 de mayo de 2007.

"Como no soy jurista -y cada vez entiendo menos el guirigay de quienes lo son-, no puedo decir nada relevante sobre la sentencia del Tribunal Supremo que parte salomónicamente por la mitad a ANV, éstos sí, aquellos no, pasemisí, pasemisá. Lo único claro es que el brazo político de ETA (que adopta nombres distintos pero practica siempre la misma obediencia) va a estar ampliamente presente en las elecciones y luego en las instituciones vascas, salvo una poco probable ilegalización penal en el último momento. Y también resulta indudable que la Ley de Partidos habría autorizado otras salidas legales para impedir real y totalmente esa presencia. ¿Que no había plazo para una impugnación de ANV? Si usted lo dice, le creeré, pero resulta raro que se nos haya echado el tiempo encima cuando la estrategia de ETA se conoce desde hace meses: primero un partido en clara continuidad con Batasuna como señuelo, luego reactivar la cáscara vacía de otro partido "dormido" en la legalidad y dotarlo milagrosamente de militantes, medios, etcétera, de modo que permita el avance travestido de los de siempre. "Larvatus prodeo", que diría Descartes. ¿Que ANV rechaza desde 1930 el recurso a la violencia? Parece que a estas alturas y mediando un reciente atentado con víctimas habría que exigir un deslinde del terrorismo etarra más explícito a quienes tan a las claras provienen de él: si no le entendí mal, se lo oí decir al propio Fernández Bermejo en una entrevista con Iñaki Gabilondo en Cuatro.

¿Ah, pero es que lo realmente infumable es la Ley de Partidos! Ahora se oye por todas partes: en el País Vasco lo dicen desde el consejero Azkarraga, ese espejo de juristas, hasta el rejuvenecido Alfonso Sastre, cuyas ideas políticas siempre han sido un poco peores que sus obras de teatro, háganse una idea. Pongo la radio y en la tertulia escucho a un mequetrefe que compara esa ley aprobada por amplia mayoría parlamentaria con las dictadas por Franco: es que prohíbe cosas y nuestro héroe es partidario caiga quien caiga (él no caerá, descuiden) del prohibido prohibir. Supongo que de genialidades como ésta le viene el descrédito a Mayo del 68.

Acudiendo a fuentes más serias, me deja perplejo leer en un editorial de El País (7-5-07) que «es una ley excepcional y de muy problemática aplicación, en la medida en que es limitativa de derechos». Hombre, muchas leyes limitan derechos pero siempre los de quienes los utilizan para lesionar o impedir el ejercicio de los de otros. Como explica a continuación el propio editorial, es el caso de quienes impiden la libre competencia democrática apoyando la eliminación física o la intimidación permanente de sus adversarios políticos. La Ley de Partidos defiende el ejercicio de los derechos políticos de todos, menos de los que quieren simultanear política y crimen para ganar a dos bandas. ¿Y «excepcional»? ¿Por qué es excepcional, si no fue dictada por decreto del Ejecutivo sino aprobada en la sede legislativa adecuada? Claro que siempre contó con la oposición de los nacionalistas de toda laya y desde luego hoy mantener una ley que contraríe a los nacionalistas es algo realmente excepcional ¿Ha sido recurrida en el Tribunal de Estrasburgo! Bueno, no sabemos si prosperará el recurso, pero existe algún precedente orientativo. Por ejemplo, cuando se ilegalizó el Partido de la Prosperidad turco -al que pertenecía entonces el islamista Gül y que contaba con seis millones de votos- por apoyar la violencia separatista y atentar contra la laicidad de Estado, el Tribunal de Estrasburgo ratificó tal medida dictaminando que «la democracia representa un valor fundamental en el orden público europeo pero si se demuestra que los responsables de un partido político incitan a la violencia o mediante mecanismos ilegítimos buscan la destrucción de la propia democracia su disolución puede considerarse justificada» (citado por R. Navarro Valls, "Las dos almas de Turquía", El Mundo, 3-5-07).

Puede ser que la culpa de todo la tenga, en última instancia, el obstruccionismo del PP a la buena voluntad pacificadora gubernamental. Es lo que parece dar a entender, entre otros miles, John Carlin en su artículo "Es la hora de gobernar juntos" (El País, 6-5-07). Compara la oposición inicial de Ian Paisley a sentarse junto a Sinn Feinn, sus actuales socios de gobierno, con declaraciones semejantes de Mariano Rajoy o María San Gil respecto al reconocimiento de Batasuna. Entre otras diferencias que sería obvio señalar (los dos extremos irlandeses en colisión tenían mutuos lazos con grupos violentos, mientras que en España el brote de terrorismo antiterrorista no vino precisamente de los populares), omite Carlin que la intransigencia de Paisley no ha cesado porque sí, sino porque IRA ha entregado las armas y Sinn Feinn ha reconocido finalmente la policía y la magistratura norirlandesas. Puede que el feroz clérigo haya cambiado, pero sólo cuando también han cambiado las circunstancias, tras una suspensión del Parlamento autonómico y una renovada actitud de firmeza del siempre oportunista Blair. Muchas cosas pueden objetarse a la política del PP, sin duda, pero ahora que la valiosa y valerosa María San Gil se ha visto apartada momentáneamente de la política por enfermedad, conviene recordar en su honor y en el de su partido que cualquier concejal del PP en el País Vasco ha hecho más por la defensa de las libertades constitucionales de ustedes y mías que todos los intelectuales abajofirmantes que luchan contra la derechización del mundo desde sus cómodos negocios artísticos o académicos.

Aunque duela decirlo y dejando a un lado la pureza de las intenciones iniciales, ejem, lo indudable ya es que el Gobierno de Zapatero ha fracasado en toda regla en el supuesto "proceso de paz". Una ETA acorralada, políticamente cortocircuitada y que podía haber sido eliminada en año y medio de haber seguido la política conjunta PP-PSOE de finales del Ejecutivo anterior (según afirma la Policía francesa) se encuentra hoy revitalizada, rearmada y dispuesta a actuar en cualquier momento. Batasuna no ha cambiado ni un ápice sus planteamientos políticos, ha pasado de fuerza marginal y casi mendicante a interlocutor político privilegiado, además de volver como fuerza electoral y recuperar probablemente sus posiciones perdidas en muchos municipios claves para su financiación y reafirmación estratégica. Ha aumentado la presencia radical en los medios de comunicación vascos, sigue la coacción sobre los ciudadanos disidentes y desde luego la extorsión a empresarios y profesionales, contra la que por lo visto nada puede hacerse (¿se imaginan lo que sería saber que cientos de empresas, comercios, restaurantes, profesionales están pagando mensualmente cantidades importantes a Al-Qaida pero que nada puede intentarse penalmente contra ellos porque bastante sufren ya los pobrecillos?). De Juana Chaos se pasea tranquilo por el mundo y dentro de poco tendrá problemas de sobrepeso, por lo que habrá que mandarle a su domicilio para que haga régimen. Y para colmo todo el mundo asume como inevitable que ETA volverá matar. Digo yo que en cuanto acabemos de desvelar las patrañas y mentiras de la supuesta "conspiración" del 11-M, habrá que empezar con las del "proceso de paz". Denunciar a quienes dijeron que no había negociaciones políticas (lean, lean los documentos incautados al "comando Donosti"), a los que aseguraban sin enrojecer que Aznar hizo lo mismo, a los que sacaban la foto de las Azores cada vez que se les señalaba la de Patxi López con Otegi, a los que nos contaron las virtudes humanitarias y los efectos salvadores del tratamiento penal a De Juana, por no mencionar a quienes aseguraban que había "indicios borrosos" de la voluntad de ETA de dejar próximamente las armas Cuatro podría hacer otro buen reportaje, muy objetivo, sobre este tema y hasta le sugiero un título, más triste pero no menos verdadero que el del anterior: "La victoria de los embusteros".

Uno de los mejores cuentos de fantasmas que conozco es "Casa tomada", de Julio Cortázar. En él, una pareja de hermanos mayores y solteros vive en la casa de sus antepasados. Poco a poco, deben ir cerrando habitaciones y bloqueando puertas de las estancias tomadas por entidades que no se precisan pero se presienten hasta que finalmente tienen que abandonar su hogar invadido por el Mal. En el País Vasco, muchos de quienes hemos luchado contra el expansionismo del nacionalismo obligatorio estamos en la misma tesitura. ETA y adláteres ocupan las localidades pequeñas, luego las medianas, luego barrios de las grandes y espacios públicos comunes: nosotros vamos cerrando puertas y retrocediendo. Cada vez con menos apoyos y más críticas de quienes se impacientan por nuestras quejas. Los socialistas vascos por ejemplo nos tienen por "miserables", cuando no por extremistas de derechas (con el PSE pasa lo que con la Ertzaintza, aunque peor: en sus filas hay gente decente y combativa, pero con los mandos actuales no hay manera). Y aún eso es preferible a los que nos muestran su solidaridad humana por las amenazas que sufrimos, para acto seguido criticar la Ley de Partidos o recomendar el diálogo como solución de nuestros males. No, que quede claro: no queremos solidaridad "humana" sino política. La "humana" que se la guarden los simpáticos donde mejor les encaje

Y habrá que irse, claro. Ya no podemos hacer más. Ustedes, nuestros conciudadanos, tienen la palabra. Si refrendan electoralmente lo que hasta ahora se viene haciendo, sólo nos queda salir a la intemperie y buscar refugio donde sea. «Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada".

Y a continuación, el cuento de Cortázar citado por Savater.

Casa tomada


Julio Cortázar


Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la mas ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia.

Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa casa podían vivir ocho personas sin estorbarse. Hacíamos la limpieza por la mañana, levantándonos a las siete, y a eso de las once yo le dejaba a Irene las ultimas habitaciones por repasar y me iba a la cocina. Almorzábamos al mediodía, siempre puntuales; ya no quedaba nada por hacer fuera de unos platos sucios. Nos resultaba grato almorzar pensando en la casa profunda y silenciosa y como nos bastábamos para mantenerla limpia. A veces llegábamos a creer que era ella la que no nos dejo casarnos. Irene rechazo dos pretendientes sin mayor motivo, a mi se me murió María Esther antes que llegáramos a comprometernos. Entramos en los cuarenta años con la inexpresada idea de que el nuestro, simple y silencioso matrimonio de hermanos, era necesaria clausura de la genealogía asentada por nuestros bisabuelos en nuestra casa. Nos moriríamos allí algún día, vagos y esquivos primos se quedarían con la casa y la echarían al suelo para enriquecerse con el terreno y los ladrillos; o mejor, nosotros mismos la voltearíamos justicieramente antes de que fuese demasiado tarde.

Irene era una chica nacida para no molestar a nadie. Aparte de su actividad matinal se pasaba el resto del día tejiendo en el sofá de su dormitorio. No se porque tejía tanto, yo creo que las mujeres tejen cuando han encontrado en esa labor el gran pretexto para no hacer nada. Irene no era así, tejía cosas siempre necesarias, tricotas para el invierno, medias para mi, mañanitas y chalecos para ella. A veces tejía un chaleco y después lo destejía en un momento porque algo no le agradaba; era gracioso ver en la canastilla el montón de lana encrespada resistiéndose a perder su forma de algunas horas. Los sábados iba yo al centro a comprarle lana; Irene tenía fe en mi gusto, se complacía con los colores y nunca tuve que devolver madejas. Yo aprovechaba esas salidas para dar una vuelta por las librerías y preguntar vanamente si había novedades en literatura francesa. Desde 1939 no llegaba nada valioso a la Argentina. Pero es de la casa que me interesa hablar, de la casa y de Irene, porque yo no tengo importancia. Me pregunto qué hubiera hecho Irene sin el tejido. Uno puede releer un libro, pero cuando un pullover está terminado no se puede repetirlo sin escándalo. Un día encontré el cajón de abajo de la cómoda de alcanfor lleno de pañoletas blancas, verdes, lila. Estaban con naftalina, apiladas como en una mercería; no tuve valor para preguntarle a Irene que pensaba hacer con ellas. No necesitábamos ganarnos la vida, todos los meses llegaba plata de los campos y el dinero aumentaba. Pero a Irene solamente la entretenía el tejido, mostraba una destreza maravillosa y a mi se me iban las horas viéndole las manos como erizos plateados, agujas yendo y viniendo y una o dos canastillas en el suelo donde se agitaban constantemente los ovillos. Era hermoso.

Cómo no acordarme de la distribución de la casa. El comedor, una sala con gobelinos, la biblioteca y tres dormitorios grandes quedaban en la parte mas retirada, la que mira hacia Rodríguez Peña. Solamente un pasillo con su maciza puerta de roble aislaba esa parte del ala delantera donde había un baño, la cocina, nuestros dormitorios y el living central, al cual comunicaban los dormitorios y el pasillo. Se entraba a la casa por un zaguán con mayólica, y la puerta cancel daba al living. De manera que uno entraba por el zaguán, abría la cancel y pasaba al living; tenía a los lados las puertas de nuestros dormitorios, y al frente el pasillo que conducía a la parte mas retirada; avanzando por el pasillo se franqueaba la puerta de roble y mas allá empezaba el otro lado de la casa, o bien se podía girar a la izquierda justamente antes de la puerta y seguir por un pasillo mas estrecho que llevaba a la cocina y el baño. Cuando la puerta estaba abierta advertía uno que la casa era muy grande; si no, daba la impresión de un departamento de los que se edifican ahora, apenas para moverse; Irene y yo vivíamos siempre en esta parte de la casa, casi nunca íbamos más allá de la puerta de roble, salvo para hacer la limpieza, pues es increíble como se junta tierra en los muebles. Buenos Aires será una ciudad limpia, pero eso lo debe a sus habitantes y no a otra cosa. Hay demasiada tierra en el aire, apenas sopla una ráfaga se palpa el polvo en los mármoles de las consolas y entre los rombos de las carpetas de macramé; da trabajo sacarlo bien con plumero, vuela y se suspende en el aire, un momento después se deposita de nuevo en los muebles y los pianos.

Lo recordaré siempre con claridad porque fue simple y sin circunstancias inútiles. Irene estaba tejiendo en su dormitorio, eran las ocho de la noche y de repente se me ocurrió poner al fuego la pavita del mate. Fui por el pasillo hasta enfrentar la entornada puerta de roble, y daba la vuelta al codo que llevaba a la cocina cuando escuché algo en el comedor o en la biblioteca. El sonido venia impreciso y sordo, como un volcarse de silla sobre la alfombra o un ahogado susurro de conversación. También lo oí, al mismo tiempo o un segundo después, en el fondo del pasillo que traía desde aquellas piezas hasta la puerta. Me tire contra la pared antes de que fuera demasiado tarde, la cerré de golpe apoyando el cuerpo; felizmente la llave estaba puesta de nuestro lado y además corrí el gran cerrojo para más seguridad.

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: ESKARLATA Enviado: 05/06/2009 16:37

Fui a la cocina, calenté la pavita, y cuando estuve de vuelta con la bandeja del mate le dije a Irene:

-Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado parte del fondo.
Dejó caer el tejido y me miró con sus graves ojos cansados.
-¿Estás seguro?
Asentí.
-Entonces -dijo recogiendo las agujas- tendremos que vivir en este lado.

Yo cebaba el mate con mucho cuidado, pero ella tardó un rato en reanudar su labor. Me acuerdo que me tejía un chaleco gris; a mi me gustaba ese chaleco.

Los primeros días nos pareció penoso porque ambos habíamos dejado en la parte tomada muchas cosas que queríamos. Mis libros de literatura francesa, por ejemplo, estaban todos en la biblioteca. Irene pensó en una botella de Hesperidina de muchos años. Con frecuencia (pero esto solamente sucedió los primeros días) cerrábamos algún cajón de las cómodas y nos mirábamos con tristeza.

-No está aquí.

Y era una cosa mas de todo lo que habíamos perdido al otro lado de la casa.

Pero también tuvimos ventajas. La limpieza se simplificó tanto que aun levantándose tardísimo, a las nueve y media por ejemplo, no daban las once y ya estábamos de brazos cruzados. Irene se acostumbró a ir conmigo a la cocina y ayudarme a preparar el almuerzo. Lo pensamos bien, y se decidió esto: mientras yo preparaba el almuerza, Irene cocinaría platos para comer fríos de noche. Nos alegramos porque siempre resultaba molesto tener que abandonar los dormitorios al atardecer y ponerse a cocinar. Ahora nos bastaba con la mesa en el dormitorio de Irene y las fuentes de comida fiambre.

Irene estaba contenta porque le quedaba mas tiempo para tejer. Yo andaba un poco perdido a causa de los libros, pero por no afligir a mi hermana me puse a revisar la colección de estampillas de papa, y eso me sirvió para matar el tiempo. Nos divertíamos mucho, cada uno en sus cosas, casi siempre reunidos en el dormitorio de Irene que era más cómodo. A veces Irene decía:

-Fijate este punto que se me ha ocurrido. ¿No da un dibujo de trébol?

Un rato después era yo el que le ponía ante los ojos un cuadradito de papel para que viese el mérito de algún sello de Eupen y Malmédy. Estábamos bien, y poco a poco empezábamos a no pensar. Se puede vivir sin pensar.

(Cuando Irene soñaba en alta voz yo me desvelaba en seguida. Nunca pude habituarme a esa voz de estatua o papagayo, voz que viene de los sueños y no de la garganta. Irene decía que mis sueños consistían en grandes sacudones que a veces hacían caer el cobertor. Nuestros dormitorios tenían el living de por medio, pero de noche se escuchaba cualquier cosa en la casa. Nos oíamos respirar, toser, presentíamos el ademán que conduce a la llave del velador, los mutuos y frecuentes insomnios.

Aparte de eso todo estaba callado en la casa. De día eran los rumores domésticos, el roce metálico de las agujas de tejer, un crujido al pasar las hojas del álbum filatélico. La puerta de roble, creo haberlo dicho, era maciza. En la cocina y el baño, que quedaban tocando la parte tomada, nos poníamos a hablar en vos mas alta o Irene cantaba canciones de cuna. En una cocina hay demasiados ruidos de loza y vidrios para que otros sonidos irrumpan en ella. Muy pocas veces permitíamos allí el silencio, pero cuando tornábamos a los dormitorios y al living, entonces la casa se ponía callada y a media luz, hasta pisábamos despacio para no molestarnos. Yo creo que era por eso que de noche, cuando Irene empezaba a soñar en alta voz, me desvelaba en seguida.)

Es casi repetir lo mismo salvo las consecuencias. De noche siento sed, y antes de acostarnos le dije a Irene que iba hasta la cocina a servirme un vaso de agua. Desde la puerta del dormitorio (ella tejía) oí ruido en la cocina; tal vez en la cocina o tal vez en el baño porque el codo del pasillo apagaba el sonido. A Irene le llamo la atención mi brusca manera de detenerme, y vino a mi lado sin decir palabra. Nos quedamos escuchando los ruidos, notando claramente que eran de este lado de la puerta de roble, en la cocina y el baño, o en el pasillo mismo donde empezaba el codo casi al lado nuestro.

No nos miramos siquiera. Apreté el brazo de Irene y la hice correr conmigo hasta la puerta cancel, sin volvernos hacia atrás. Los ruidos se oían mas fuerte pero siempre sordos, a espaldas nuestras. Cerré de un golpe la cancel y nos quedamos en el zaguán. Ahora no se oía nada.

-Han tomado esta parte -dijo Irene. El tejido le colgaba de las manos y las hebras iban hasta la cancel y se perdían debajo. Cuando vio que los ovillos habían quedado del otro lado, soltó el tejido sin mirarlo.

-¿Tuviste tiempo de traer alguna cosa? -le pregunté inútilmente.
-No, nada.

Estábamos con lo puesto. Me acordé de los quince mil pesos en el armario de mi dormitorio. Ya era tarde ahora.

Como me quedaba el reloj pulsera, vi que eran las once de la noche. Rodeé con mi brazo la cintura de Irene (yo creo que ella estaba llorando) y salimos así a la calle. Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada.
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Lo Esencial es invisible a los ⊙⊙

Muy buenas a todos!!

Vuelvo al foro después de un tiempo y me encuentro con esta referencia a Casa Tomada...

Para empezar, sobre Savater, coincido con lo del valor y en general es un tipo que me cae bien, aunque a veces sea (más bien haya sido) demasiado defensor del PSOE.

Pero este artículo me gustó mucho. Además me parece acertadísimo el título y la referencia a "Casa Tomada". En una entrevista a Cortázar (que le hizo Soler Serrano para TVE y que podeís ver aquí http://www.papelenblanco.com/2007/01/31-julio-cortazar-en-a-fondo y os recomiendo muchísimo) le preguntan a Cortázar sobre una interpretación de "Casa Tomada" como una metáfora del peronismo, del totalitarismo que va achicando los espacios reduciendo la Vida (que al final viene siendo lo mismo que ETA). Cortázar responde entusiasmado que en realidad el cuento nace de un sueño, pero que le gusta mucho la interpretación y que no sabe hasta qué punto puede ser el sueño consecuencia de esa realidad. En cualquier caso os vuelvo a emplazar a ver la entrevista completa (dura sobre las dos horas y se disfruta cada minuto).

jaja

jajaja,,,,,!!!

Laughing ....... Laughing ............ Laughing .................


Acabo de tener una visión supercachonda,,,

Todas las pateras del estrecho y cayucos de canarias llegando al unísono al Pais Vasco,,,,

JAJAJAJAJA......

ETA?,,ANDE ETTÁ ETA?....

Ufff macho,,,qué malo q es el aislamiento pa las cabessas canío

Ante un terrorismo tan enfermizo, (este lo es más q ninguno, pues el pais vasco goza de unas libertades y nivel de vida mayor q el resto de europa inclusive, e irónicamente son los q luchan por este cacho de terrenillo quienes roban dicha libertad y calidad de vida), sólo cabe reirse eternamente de ellos,,,el Humor ayuda a fluidificar estúpidas posturas cristalizadas por la propia estupidez...

Empezaría a hacer chistes q resquebrajaran los principios territorialistas (como los animales hacen) e histórico-ilusorios, q estos extraños seres defienden con tanto odio y RENCOR.

Este sí q es un tipo de rencor, de veneno peligroso. El tipo de persona débil q se siente atacada a la mínima. Susceptibilidad sin límite..el colmo de la debilidad!
Es el tipo de rencor y debilidad q se harta de denunciar Nietzsche hasta la saciedad....
ahí vemos patente lo peligrosas q son para la humanidad estos gusanos ..

Ironía para ellos, q les escueza!!

Y más pateras al norte coño ya!! Very Happy Very Happy

Cita:
Y más pateras al norte coño ya!!


Laughing Laughing Laughing Laughing Laughing Laughing Laughing Laughing Laughing Laughing Laughing Laughing Laughing
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Creed únicamente en lo que vosotros mismos habéis experimentado, verificado y aceptado, después de haberlo sometido al dictamen de la razón y a la voz de la conciencia.
-Buda-



 
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