Eduard Punset: Dices que los animales no son como máquinas con reflejos, ya que el aprendizaje es un sistema muy sofisticado. Estos procesos de aprendizaje están gobernados por unos principios que en ocasiones coinciden, los de los animales y los de los humanos.
Nicholas Mackintosh: A los de los animales humanos.
Eduard Punset: Sí, a los de los animales humanos. ¿Quieres decir que estos principios se pueden aplicar igualmente a las palomas que a los humanos?
Nicholas Mackintosh: Si: las palomas tienen los mismos principios de aprendizaje que las ratas, los monos, o los niños o tú y yo. Lo que ahora sabemos es que estos principios son mucho más complejos de lo que se pensaba hace unos 50 o 100 años. Son mucho más interesantes y permiten que los animales solucionen problemas más complicados: les permiten comprender su mundo y lo que produce las causas. Pueden predecir las consecuencias.
Eduard Punset: E incluso predecir lo que sucederá, como lo hacemos nosotros normalmente.
Nicholas Mackintosh: Que es lo que siempre queremos hacer, aunque no siempre con éxito.
Eduard Punset: Y esto es en parte genética. Hay mucha genética en la forma en que la gente aprende y memoriza, ¿es así?
Nicholas Mackintosh. En una palabra: sí. El proceso de aprendizaje social que permite a los animales predecir el futuro y comprender su entorno es un proceso bastante universal y genéticamente reducido. Cuando los psicólogos hablan de la genética de algo, en realidad están más interesados en las diferencias entre las personas. Por lo tanto cuando los psicólogos hablan de la genética de la inteligencia, en realidad lo que están tratando es porqué unas personas son –aparentemente- más inteligentes que otras y si existen diferencias genéticas que producen estos resultados de diferentes inteligencias.
Eduard Punset: Existe este viejo tabú y todavía se habla de esta investigación, o experimentos llevados a cabo con niños en edad escolar – cuando todavía se hablaba de la inteligencia (como quiera que se defina...), de que los estudiantes negros que son menos ágiles –mentalmente- que los blancos, y éstos menos que los orientales. Tú, como psicólogo, no analizas las diferencias – como has dicho antes – sino lo que existe en común. ¿Cómo reaccionas ante esto? ¿Qué opinas ante estos datos?
Nicholas Mackintosh: Una de las cosas que hay que decir es que los procesos de aprendizaje y memorización varían mucho menos – entre las personas, y entre diferentes grupos étnicos – que algunos de los procesos cognitivos medidos, como por ejemplo son los tests de inteligencia o de coeficiente de inteligencia (IQ). Es posible encontrar más diferencias entre distintos IQs (coeficientes de inteligencia) que en los procesos de aprendizaje básicos que son más comunes para todos. Es cierto, y no queda duda, que si se pasan tests de coeficiente de inteligencia a diferentes grupos étnicos, en general - y desde luego esto es cierto en los EEUU – la mayoría de los negros obtienen una puntuación más baja que los blancos, que a su vez obtienen una puntuación un poco más baja que los asiáticos. Pero si les pasas tests simples de aprendizaje el resultado es que los tres grupos aprenden de forma parecida.
Eduard Punset: Hablando de las diferencias entre las personas ¿qué hay de las diferencias entre los animales de diferentes sexos? En tus experimentos con animales no humanos ¿puedes ofrecernos alguna novedad sobre tu investigación?
Nicholas Mackintosh: Existen diferencias por sexo entre muchas especies de animales en el campo del aprendizaje espacial y la memoria. Y esto normalmente sucede en las especies de animales en que el macho ocupa un territorio más grande que la hembra. Esto es porque son especies polígamas o porque hay un macho entre varias hembras, y el macho tiene que patrullar un territorio más grande para mantener a todas las hembras controladas. O sea que en estas especies, cuando el macho ocupa un territorio mayor que la hembra, el macho tiende a tener un aprendizaje espacial y una memoria superior a la de las mujeres.
Eduard Punset: Este no es el caso de los humanos ¿no?
Nicholas Mackintosh: Los psicólogos que han estudiado la inteligencia humana han estudiado desde hace más de cien años si existe una diferencia en la inteligencia por el sexo. Y en general no existe una diferencia en la inteligencia media. Pero lo que está claro es que existen diferencias por el sexo en algunos de los componentes de los que se miden en los tests de inteligencia. Las mujeres tienden a ser más rápidas y veloces, y tienen mejor memoria que los hombres; pero los hombres tienen una habilidad de visión espacial superior al de las mujeres. De esto no cabe la menor duda, y la diferencia es bastante notable.
Eduard Punset: Es curioso, pero ahora que mencionas estos procesos de aprendizaje, recuerdo que en algunos de los experimentos que has comentado decías que habías llegado a unas conclusiones muy interesantes: que somos unos tipos de seres geométricos.
Nicholas Mackintosh: Vivimos en un mundo geométrico, con círculos y cuadrados ...
Eduard Punset: Sin embargo las ratas, a las que no viven en un mundo geométrico, se sienten muy tristes dominadas por la geometría.
Nicholas Mackintosh: Desde luego, y eso que aprenden como son las formas geométricas del entorno en el que se las sitúa, y que la comida está escondida en una esquina determinada; aprenden algunos datos sobre la esquina, y que es una esquina con una forma en concreto: con una pared larga en un lado y corta en el otro. Aprenden todo esto.
Eduard Punset: Pero no solo lo aprenden, tú dices que a veces estos factores de geometría prevalenen a otros que son más propios.
Nicholas Mackintosh: Esto es cierto, y es también muy sorprendente. Creo que no hay nadie que en realidad comprenda el por qué. Porque si se ponen ratas en una caja grande rectangular, y se pone la comida en una esquina de esa caja, las ratas buscarán la comida en esa esquina, pero también la buscarán en la esquina diametralmente opuesta: que de alguna manera es una esquina geométricamente equivalente. Pero incluso si ponemos una señal sobre la comida, la ignoran, y siguen buscando la comida en las dos esquinas. Así que aunque existe una pista que les dice en qué esquina hay que buscar, en realidad están más interesadas en la geometría.
Eduard Punset: Miremos otro caso concreto, donde no hay duda de que sucede algo complejo. Quiero decir las palomas mensajeras: cuando vosotros los psicólogos experimentales decís: sí es algo extraordinario; utilizan el sol como brújula, pero inmediatamente añadís que eso no basta para que puedan encontrar el camino de regreso a casa. ¿Qué quiere decir realmente que eso no basta? Porque lo mismo sucede con las abejas.
Nicholas Mackintosh: Sí, sin duda es cierto y está muy claro que las palomas utilizan la dirección del sol para sincronizar su brújula interna que les dirija hacia el norte, sur, este y oeste. Pero si te vendo los ojos y te llevo a unos 70 kilómetros de distancia y entonces te doy una brújula ¿cómo encontrarás el camino de regreso a Barcelona? A menos que sepas en qué dirección está Barcelona. Si sabes que está hacia el sur, la brújula te ayudará a encontrar el sur, y el camino. La paloma debe saber algo más, cuando la alejamos de su casa... si en un vuelo de entrenamiento donde se las lleva a 100 Km. de su casa, a un lugar en el que no ha estado jamás en su vida, y luego las liberamos, al cabo de dos o tres minutos saldrá volando en dirección a su casa. Aunque no haya estado nunca antes en aquel lugar. Esto tiene que estar basado en la experiencia.
Eduard Punset: Entonces no me extraña que digas – porque lo has dicho en algún sitio – que existen muy pocas pruebas que demuestren la hipótesis (te estoy citando) que formas de inteligencia más avanzadas sólo se encuentren en los animales superiores. ¿Qué quiere decir esto?
Nicholas Mackintosh: ¿Qué quiero decir? De hecho lo que quise decir con esta frase es que algunas formas interesantes de comportamiento inteligente es tan probable de encontrarlas en las aves como en los monos.
Eduard Punset: O en los seres humanos.
Nicholas Mackintosh: O en los seres humanos. Algunas clases sí que es más fácil encontrarlas en los seres humanos, pero yo me refería a los animales no humanos. Como las aves, sobre todo algunas especies de aves como las de la familia de los córvidos: las urracas, los cuervos, ... y los loros pueden resolver problemas muy complicados, que sobrepasan la capacidad de al menos algunos primates simples, y desde luego de otros mamíferos. De modo que algunas formas de razonar y la capacidad de establecer relaciones entre acontecimientos, y la comprensión de analogías, todas estas son formas de aprendizaje que sin duda pueden encontrarse en algunos primates – particularmente en los monos – pero que también se encuentran sin duda en algunas aves, y probablemente no se encuentren en las ratas, por ejemplo. La paloma tiene una capacidad muy especializada – como la tienen otras aves – para orientarse a través de largas distancias. Pero esta es probablemente una capacidad tan especializada que uno tiende a pensar que no forma parte de la inteligencia, que no es más que una capacidad muy especializada. Pero muchos animales tienen la habilidad especializada de navegar por el mundo. Incluso una pequeña hormiga puede salir del nido haciendo zig-zag durante unos minutos, encontrar un poco de comida y entonces regresar al nido en línea recta; después de haber seguido un largo camino en zig-zag, sabe cuál es la dirección que la lleva directamente a casa.
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