MICHAEL GAZZANIGA · NEUROCIENTÍFICO SOCIAL
"Tu cerebro te hace creer que eres libre"
Tengo 67 años. Nací en Los Ángeles, y allí vivo. Soy neurocientífico y psicobiólogo. Dirijo el centro de estudio de la mente Sage, de la Universidad de California. Tengo 6 hijos y 2,8 nietos (uno a punto de nacer). ¿Política? Dependemos unos de otros. ¿Dios? Soy un laico no hostil a las religiones. Me apasiona cuidar mi viñedo de pinot noir
VÍCTOR- M. AMELA
- ¿El mal ¿existe fuera de nuestro cerebro?
- No es la pregunta correcta.
- ¿Y cuál debería ser?
- Si tú fueses la única persona viva sobre la Tierra, ¿existiría el mal?
- Usted es el estudioso del asunto: dígame.
- El bien y el mal son construcciones sociales. Cuando un grupo se constituye, lo hace sobre ciertas reglas de interacción: ¡ellas determinan el bien y el mal!
- Cuando nacemos, ¿no hay bien ni mal?
- En un grupo de niños muy pequeños no hay bien ni mal porque no hay conciencia de reglas.
- ¿A partir de qué edad aparecen el bien y el mal?
- Grandes psicólogos han sopesado este asunto... Parece que a partir de los 4-5 años empieza a haber raciocinio moral,que va sofisticándose hasta los 12 años. A esa edad suelen quedar establecidos ya los juicios morales fundamentales.
- Un enfermo mental ¿debería ser eximido de sus actos criminales?
- No, en la medida en que sea capaz de seguir reglas. Ésta es mi opinión.
- ¿Hay cerebros insensibles al mal?
- Hay cerebros con cableados estropeados, incapaces de empatizar con las emociones del prójimo. Y hay circunstancias: bajo amenaza, ¡usted mataría!
- ¿Cómo educó usted a sus hijos?
- Dejé que crecieran sin interferencias abusivas. ¿Ha oído hablar de Jerome Kagan? Es un psicólogo, estudioso del temperamento: asegura que cada bebé tiene ya su propio temperamento marcado al nacer ¡y reconocible!
- Pero la moral ¿es un precipitado sociocultural?
- La moral no es un fenómeno biológico, sino de relación social. Pero sí hay circuitos cerebrales que se activan en la vida social, y eso estudia la neurociencia social, que es lo mío. Cómo anticipas las intenciones de los otros, cómo te comparas... ¡Nuestro cerebro es un artilugio de comunicación social!
- ¿Y el de los chimpancés?
- Hay debate. La mente humana es una mente ética porque es capaz de anticipar las intenciones de otro congénere. Si puedes anticipar eso, adivinarlo, puedes imaginar lo que sentirá.
- Eso se llama empatía, ¿no?
- ¡Ahí nace la ética! Mi mente imagina/ simula lo que tú estás sintiendo. ¡A partir de ahí es viable la comunicación!
- Y la solidaridad, por tanto.
- Hicimos este experimento: grabamos en vídeo a un sujeto al que pinchábamos en una mano (y registramos su imagen cerebral de su dolor). Mostramos el vídeo a un grupo y observamos sus imágenes cerebrales... ¡y eran idénticas a la del sujeto pinchado!
- Entonces, ¡lo imaginado es lo real!
- Tócate la nariz.
- ¿Eh?
- Tócate la punta de la nariz con el índice.
- ¿Así?
- Unos milisegundos antes de ser consciente de tocarte la nariz, hemos visto que hay ya actividad cerebral sobre este acto.
- ¿Qué quiere decir con esto?
- Que somos conscientes de mover la mano milisegundos después de que el cerebro ordene moverla. El cerebro se activa antes, adelanta a la conciencia.
- Pero si no lo ha hecho mi conciencia, ¿qué o quién imparte las órdenes?
- Automatismos de la conducta. No somos tan racionales como creemos. ¡Y, felizmente, irracional no significa insensato!
- ¿Acaso somos robots? ¿No somos libres?
- Una parte de tu cerebro te hace creer que eres libres. ¡Y es una hermosa creencia, desde luego!
- ¿Moldea el mundo nuestro cerebro... o nuestro cerebro moldea el mundo?
- Ambas cosas a la vez. El mundo contiene el cerebro, que a su vez contiene el mundo: los límites biológicos de nuestro cerebro delimitan el mundo. Conforman un sistema.
- ¿Desde qué momento yo tengo cerebro?
- Desde el día 14 o 15 en que fue fecundado aquel óvulo. Ahí empieza a formarse.
- Si de niño no te aman, ¿sabrás amar?
- Algunos sí, otros no. Dependerá de un cóctel de factores.
- ¿Qué son las emociones?
- Mecanismos adaptativos. La tristeza es el modo de adaptarse a la incapacidad de conseguir algo. Es, pues, un paso previo a la felicidad. No seríamos felices sin pasar por la tristeza.
- El altruismo ¿es adaptativo?
- El "hoy por ti, mañana por mí" favorece la supervivencia del grupo que lo practica. De modo que la evolución ha ido seleccionando esta pulsión, claro que sí.
- ¿Y el egoísmo?
- Acumular cosas diríase que favorece la supervivencia..., pero socialmente puede comprometerla. El egoísmo es poco adaptativo: la evolución acabará con el egoísmo... si el egoísmo no acaba antes con nosotros.
- Lo que quizá sea benéfico para la Tierra.
- Qué cosas piensa su cerebro...
- La neurociencia social ¿permitirá saber un día si un político miente?
- Esto interesa mucho en Estados Unidos. Los métodos actuales - máquinas de la verdad- no son fiables. ¡Pero lo conseguiremos!
- Pero cuando el político se cree su propia mentira, ¿qué dirá esa máquina?
- Eliminaremos ese ruido. Y sabremos la verdad.
- ¿En qué son idénticos los cerebros de Bush y Bin Laden?
- Ja, ja..., no sé. Sí me atrevo a decir que el cerebro de Clinton parecía algo más libidinoso que el de éstos dos.