Muchas personas se preocupan cuando llegan a la edad madura. Algunas se deprimen, otras analizan cuáles han sido los logros que han obtenido durante la vida. La mayoría, comienza a temer a las canas, las arrugas y se sienten poco atractivas. Hay incluso quienes, comienzan a declinar en materia sexual, pues piensan que ya el sexo no es adecuado para esta edad. Se sienten envejecidos.
PERO NADA MAS EQUIVOCADO ESTE PENSAMIENTO, NADA MAS ALEJADO DE LA REALIDAD.
. Recordemos que la vida es un ciclo en el cual todos debemos cumplir etapas..
CADA ETAPA TIENE SUS ENCANTOS...La niñez . la adolescencia, la juventud , la madurez
Entre los 20 y los 40 que tenemos la mayor capacidad física e intelectual y ya hemos consolidado nuestra profesión y nuestro hogar.
Entre los 40 y los 65, las necesidades son otras y tienen que ver más con el cuidado de los hijos en la medida en que éstos lo soliciten.
Cada una de las etapas de la vida del ser humano se reviste de necesidades diferentes que, en la medida en que se van presentando, van siendo saciadas. Esta explicación de las diferentes etapas de la vida nos lleva a pensar en lo equivocadas que viven algunas personas respecto de que, es en la edad madura cuando comienza el declinar de la vida.
Las características de la edad madura
Es cierto que todo el ímpetu y la pasión de los años de juventud cambian en la edad madura, pero eso no significa que mueren. Sólo se manifiestan de una forma más tranquila en la época de los años juveniles.
El sexo experimenta un cambio pues como ya no se tiene el temor a tener más hijos, se puede practicar con mayor facilidad.
Se ha demostrado que la capacidad de sentir una mayor satisfacción sexual se prolonga durante muchos años. Pero ni los hombres ni las mujeres pierden su apetito sexual. Esto es una prejuicio social que no tiene nada que ver con la realidad. Lo que verdaderamente sucede es que se experimentan una serie de cambios.
La fortaleza física le abre camino a la experiencia de vida.
El ser humano se preocupa más por el crecimiento interior que por la búsqueda de metas profesionales o el éxito, pues éstos son objetivos que se plantearon y se cumplieron en la juventud.
La adaptación de la pareja es más fácil pues ambos logran comprender con mayor facilidad como es el otro.
El hombre y la mujer en la edad madura.
La edad madura es el período de la vida en el cual, el ser humano logra un mejor dominio de su propia actividad.En lo que se refiere al sexo, en la etapa de los años 50 se tiene que hacer grandes esfuerzos por buscar un punto de equilibrio.
Llegada la madurez, la mujer experimenta mayor fogosidad mientras que el hombre se vuelve más pasivo. Esto genera conflictos entre las parejas pero si ambos están conscientes de que esto es así, podrán afrontar esta etapa con una mayor comprensión del problema.
En lo que se refiere al plano profesional, el hombre al llegar a esta edad, sólo desea disfrutar tranquilamente de los logros obtenidos
En el caso de la mujer, es igual sólo si durante su juventud logró realizarse como profesional y ejerció con éxito su carrera. Si se dedicó a la crianza de sus hijos, experimentará un profundo deseo de alcanzar éxitos en el plano profesional y laboral
Edad madura. ¿Período de incertidumbre?
La edad adulta está envuelta de mitos.
Uno de los más consolidados es aquel el de que, la madurez, inevitablemente forma parte del proceso de envejecimiento. El malestar llega a ser tan grande que muchos fingen para evitarlo.
Una primera reacción suele ser el negarlo pretendiendo que nada ha cambiado o, en extremo opuesto, intensificando la actividad. Otros hacen intentos desesperados para escapar desafiando al tiempo, teniendo una aventura con una mujer o con un hombre más joven o, en casos más extremos, emprendiendo con energía una última apuesta para ganar autoestima y destacar mediante el juego, la bebida, las drogas o el sexo. Este "empapelar la grietas" intenta llenar el vacío interior que deberían ocupar sus emociones y sentimientos.
Ahora bien, la pregunta que podemos hacer es ¿Por qué hay gente que sufre una crisis de edad madura y otra que no? Algunas personas están claramente destinadas a sufrirla, pues tienen una existencia exclusivamente unilateral, de modo que cualquier acontecimiento adverso puede inclinar la balanza en su contra. Sin embargo, otras personas en circunstancias similares no padecen este tipo de crisis.
¿Qué hacer para evitar la crisis?
La segunda mitad de la vida nos ofrece la posibilidad de llevar una existencia más rica y creativa.
No hay un camino a seguir ni un conjunto de soluciones prefijadas, como tampoco es necesario que la llegada a la edad madura se revista de cierta uniformidad.
. Hay quien nace viejo y no vive la juventud, mientras otros nacen jóvenes y se empeñan en manipular sus vidas para evitar la ancianidad.
Quienes ven la edad madura como un reto, como un momento de reflexión y aprendizaje, son quienes salen mejor parados.
. La madurez es el mediador entre lo nuevo y lo viejo y tiene como meta la reconciliación de los opuestos que llevamos dentro.
La edad madura es una encrucijada en la que, al final de un camino encontramos la continuación del mismo,asimilar los retos de la edad madura, hacer frente a los incómodos sentimientos de desesperación, desconfianza, angustia y frustración, mantenidos a lo largo de los años y que ahora exigen ser reconocidos.
Nuestra historia personal no debemos ignorarla. Aceptar el pasado, los errores cometidos las esperanzas rotas y el abandono de ilusiones es el primer paso para encontrar una recompensa al ser capaces de enfrentarnos al futuro con más confianza.
Jung dijo "conócete a tí mismo, conoce la leyes de tu propio ser. Acéptalas aunque te parezcan paradójicas e incompatibles con los puntos de vista que te han hecho adulto. Vívelas en lugar de vivir las vidas de tus padres y abuelos, de tus vecinos o de tus colegas".
Vivamos pues esta etapa de gran desarrollo del ser humano dejando atrás todos los prejuicios y mitos que sobre ella se han hecho.
Aprovechemos este momento de reflexión para aceptar lo que realmente somos.
Comencemos desde ya a trabajar en un mayor conocimiento de nuestras capacidades para que, llegado el momento, tomemos la edad madura como la etapa más productiva de nuestra vida.