PEGASO
Pegaso era un caballo con alas que nació de la sangre de la Gorgona Medusa, cuando Perseo le cortó la cabeza.
Vivía en el monte Helicón; al poco tiempo de nacer dio una coz en una roca del monte y en ese lugar surgió una fuente que sirvió de inspiración a los dioses y por eso, desde entonces, las musas lo cuidaban y alimentaban en invierno cuando no tenía hierba para comer.
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Como era un caballo mágico muchos hombres quisieron poseerlo pero ninguno podía atraparlo. Hasta que llegó Belerofonte, príncipe de Corinto, que le pidió ayuda a la diosa Atenea para capturar a Pegaso y ésta le regaló unas bridas de oro con las que le sería fácil domar a Pegaso. Belerofonte fue con las bridas al prado preferido de Pegaso donde lo encontró paciendo tranquilamente y cuando se le acercó se dejó montar sin resistirse. Pegaso ayudó a triunfar a Belerofonte en sus aventuras contra las Amazonas y la Quimera. |
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Desgraciadamente Belerofonte se volvió muy orgulloso y se paseaba montado en Pegaso diciendo que podía volar como los dioses. Un día se atrevió a subir al monte Olimpo y cuando lo vio Zeus, el padre de todos los dioses, se enfadó mucho y lo castigó haciendo que una mosca picara a Pegaso que tiró a Belerofonte al suelo desde lo alto del Olimpo.
Desde entonces Belerofonte anda solo por el mundo, rechazado por los dioses, sin poder hablar con nadie.
Pegaso se quedó a vivir en el monte Olimpo ayudando a Zeus a llevar sus rayos que en agradecimiento lo convirtió en la constelación de Pegaso y por eso todas las noches nos mira desde el cielo. |
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