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MEDITATION: LA EXPERIENCIA DEL YOGA
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: ESKARLATA  (Mensaje original) Enviado: 22/07/2009 17:11
Muchas nos acercamos al yoga porque se ha puesto de moda y porque queremos conseguir un cuerpo esbelto, tonificado, ágil y flexible; porque buscamos aprender a aquietar el mono saltarín de los pensamientos en nuestra cabeza y así bajar la angustia del estrés que nos consume, o porque estamos en la búsqueda de algo que nos conecte con el lado más trascendente de esta vida ajetreada que llevamos y que a veces nos parece que carece de todo sentido.

Cualquiera que sea la razón inicial que nos motive para arrancar, no siempre sabemos dónde podemos acudir, pues aunque la oferta se ha multiplicado en respuesta a la demanda, no todos los sitios ofrecen las condiciones que buscamos, ni tampoco sabemos si el estilo de yoga que se imparte en esos lugares es el más adecuado a nuestras necesidades particulares.

Las referencias personales que nos puedan brindar quienes ya lo practican son un buen punto de partida, aunque lo recomendable es que al principio optemos por tomar algunas clases de prueba que nos ayuden a elegir al instructor, el lugar y el estilo de yoga apropiados, pues sólo la experiencia directa es la que determina que la elección que hagamos sea la adecuada.

Con respecto al lugar, lo primero que debemos considerar es que nos quede cerca de donde vivimos o trabajamos, puesto que no se trata de comprometer el poco tiempo disponible en largos y embotellados recorridos. Observemos si el salón es lo suficientemente amplio y ventilado como para acoger al número de practicantes que recibe, que permita estirarnos sin tropezar al vecino, sin tener que respirar aire viciado, y que sea un lugar donde se nos garantice la atención personalizada que requerimos cuando nos iniciamos en la práctica.

Quien imparte la enseñanza debe infundir confianza. Esta persona necesita saber tanto de anatomía como de espiritualidad y estar dispuesto a brindarnos su conocimiento con paciencia, respeto, responsabilidad y ética. Debe ser puntual, ofrecer instrucciones claras y precisas, corregirnos la alineación corporal en la ejecución de las asanas, respetar el nivel de nuestra condición física ofreciéndonos alternativas en las posturas que nos resulten difíciles, señalar la pauta de respiración adecuada y ordenar la secuencia de las asanas conforme a los principios establecidos para que la práctica resulte provechosa. Al finalizar, toda sesión debe incluir un tiempo para la relajación y una breve meditación que nos sintonice con nuestro Ser Superior.

En lo que atañe al estilo que elijamos, todo dependerá de nuestra naturaleza individual. Las personas atléticas, que necesiten descargar el exceso de energía física, pueden optar por un yoga dinámico, más activo, como el Ashtanga, cuya secuencia es rápida y demandante. Si, por el contrario, lo que se busca es sosegar la mente y bajar la agitación que produce la angustia, es preferible optar por un yoga más clásico, que permita sostener cada asana durante un tiempo determinado para apreciar lo que cada una aporta a nivel físico y mental.
 
 

 
 
ESKARLATALUZ.gif picture by ninielsan


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