La mujer perfecta
-No era completa -respondió nuevamente Nasrudín-, entonces me fui a Samarcanda allí por fin encontré a las mujer de mis sueños; ingeniosa y creativa, hermosa e inteligente, sensible, culta, delicada y espiritual.
Nasrudín conversaba con sus amigos en la casa de té y les contaba como había emprendido un largo viaje para encontrar a la mujer perfecta con quién casarse. Les decía:
-Viajé a Bagdad, después de un tiempo encontré a una mujer formidable, atenta, inteligente, culta de una gran personalidad.
Dijeron sus amigos:
-¿Por qué no te casaste con ella?
-No era completa, -respondió Nasrudín-, después fui a El Cairo, allí conocí a otra mujer ciertamente fabulosa; hermosa, sensible, delicada, cariñosa.
-¿Por qué no te casaste con ella?, dijeron los amigos.
-¿Por qué no te casaste con ella? -insistieron sus amigos.
-Pues saben por qué, ella también buscaba a un hombre perfecto.
Muchas personas se pasan la vida buscando una pareja ideal, perfecta, sin darse cuenta que nunca nadie reunirá exactamente todo aquello que están ansiando encontrar. Además, lo que en un principio nos puede parecer fabuloso puede llegar a disgustarnos con el tiempo, y por el contrario, lo que al principio quizás no nos atraiga tanto luego puede ser lo que mas nos cautiva de la otra persona.
El amor es un proceso que se construye día a día.
Nuestra tarea en ese camino es ser totalmente naturales y tener paciencia, ya que el amor siempre se encargara de definir el resto.
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