EL PRESENTE
“Aquí y Ahora”
Al escribir leer el pasado hemos descubierto que el “yo” no es Real, solo existe como concepto en la psiquis del individuo y que lo único que le da sustento es la actividad de recordarse y pensarse continuamente, asumiendo siempre realidades distintas que dependen de la percepción limitada y sesgada del mundo que lo rodea.
Un yo que la única cualidad permanente de la cual goza es la de experimentarse en constante cambio.
Esta transformación permanente es al mismo tiempo lo que le hace creer que el mañana también será una posibilidad de existir
(aunque esta existencia no sea Real).
La sabiduría oriental afirma que lo Real (Eso, Dios, Todo, El absoluto No Dual o Brahman) percibiéndose así mismo (sin la intervención en la percepción diferenciadora del individuo) es Eterno, estable, permanente y continuo.
¡Es lo único Eterno! y se vive en el aquí y el ahora, no como muchos hemos creído por años, que será más allá y después.
Para que se revele el Presente, dice Sesha, comencemos por tomar al yo y como ejemplo girarlo 180º (darle media vuelta) y ver quién entonces está detrás de él, desde dónde percibimos ese yo.
Que ocurre si intentamos por nuestros propios medios descubrir que pasa antes de pensarnos, sin tensión ni esfuerzo.
Solo Ser y Estar
Si las condiciones de permanecer en ese Ser y Estar (o sea estar – siendo por sí mismo) logran permanecer sin pensar, allí es donde realmente se puede “CONOCER” la Realidad donde nada es diferente ni DUAL.
Cuando se cae toda pretensión de querer Ser algo, cuando el alguien solo se desvanece, el flujo vital continuo, como el famoso río de la existencia se manifiesta sin causa aparente ni tampoco consecuencia.
Así solo Es, de una manera natural espontánea.
Así es para muchos que lo vivenciado estar en este mundo sin ser una parte de este mundo.
Es evidente que sin la Realidad contundente del Presente (experimentadas en los primeros años antes de consolidarse el Ego) las ilusiones del pasado o el futuro no tendrían sustento para poseer matices o espejismos de realidad.
La percepción del tiempo y el espacio será inexistente en el momento Presente.
Es posible que en primera instancia parezca que se está escribiendo sobre algo muy complicado o imposible de lograr. Ni uno, ni lo otro.
Los que estamos comprendiendo que la vida no es lo que vivíamos, solo cultivamos las condiciones que manifiestan el Presente en la Conciencia.
Lo mismo que la naturaleza le aporta tierra, agua y aire a una semilla.
Dejemos de creer que hay un yo que puede liberarse de él mismo.
Es la trampa sutil, mental del ego, proyectar un futuro donde será lo que no asume Ser ahora.
Cambiar gradualmente ese esfuerzo orientado a “mejorar” lo que magistralmente ya “Es”, solo creamos Karma de esta manera.
Dedicarse desinteresadamente a la meditación como práctica.
La meditación es la puerta hacia el gozo, la felicidad y bienaventuranza.
En cada segundo está manifestándose la existencia. Confianza, práctica, relajación, cero pretensión, simulación o ansiedad, porque ningún ego cambiará lo Eterno, aunque El Eterno lo siga sosteniendo.
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