Arriba!

Muchas mañanas, al sonar el despertador siento,
como tú que no lo voy a lograr.
Que aunque mi mente alerta dé la órden,
mi alma y mi cuerpo ya no querrán seguir...
¡Estoy tan cansada/o!
¡Sería más fácil decir no!...
Quedarme en la cama un rato más,
escaparme a través de los sueños
y dejar que alguien más decidiera la vida por mí...
Hay tantas mujeres y hombres que sencillamente esperan
que las cosas sucedan
o que ni se enteran de que suceden...
que ¿por qué insistir yo en pertenecer al grupo
de los que hacen que el mundo gire?
Pero afortunadamente, cuando empiezo a flaquear,
como seguramente te pasa a tí,
surge desde muy dentro de mí, como un trueno,
el grito de mi alma que dice:
¡Arriba!
Hay que seguir,
no hemos llegado hasta aquí para claudicar.
Allá afuera hay todavía muchas montañas que escalar, un mundo maravilloso esperando que tú lo descubras.
Y así como tú, emprendo de nuevo,
con renovado entusiasmo,
la increíble aventura de vivir...
Eskarlata