Atrévete a soñar, pues el mañana es de los soñadores.
Atrévete a moldear un deseo, pues el deseo abre la puerta de la esperanza y la esperanza nos alienta a todos a vivir.
Atrévete a perseguir aquello que nadie más sabe ver, no temas contemplar aquello que otros ni vislumbran.
Cree en tu corazón y en tu propia bondad, porque así los demás sabrán percibirlos también.
Cree en la magia porque la vida abunda en ella, pero sobre todas las cosas, cree en ti... porque dentro de ti reposa toda la magia, la esperanza, el amor y los sueños del mañana.
Si ocurriera que tus sueños se destrozaran, no temas. Ten el valor de recoger los fragmentos y sonreír al mundo, pues los sueños que se destrozan con facilidad, con la misma facilidad pueden ser reconstruidos.
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