Tienes dos oídos y una boca. Dos ojos. Un montón de dedos. Una nariz. Tu cuerpo está lleno de terminaciones nerviosas que te ponen en contacto con el mundo que te rodea. Los oídos son maravillosos para observar. Los ojos son los reyes de la observación. La lengua y la nariz trabajan bien en asociación. Tu tacto te permite acercarte al mundo. Tenemos cinco sentidos a nuestra disposición. Los sentidos son las mejores herramientas para observar. Nuestra experiencia, un modelo construido durante años, puede ayudarnos a observar cosas y, por supuesto, también puede dificultarnos en otras.
Podemos utilizar la repetición para desarrollar nuestros hábitos de observación. Hace unas semanas estuve unos días de vacaciones en un país del trópico africano. Estábamos en un velero fondeados junto a la costa, rodeados de dos docenas de delfines. Hacía un día magnífico y el sol brillaba en toda su intensidad. De repente, el patrón del velero dijo: "¡Vámonos!, se acerca una borrasca". Yo miré en todas direcciones y no conseguí ver la borrasca por ningún sitio. Hacía una tarde preciosa. El patrón dirigió el pequeño velero hacia el puerto y cuando estábamos entrando, una enorme borrasca se acercó veloz. El viento y el agua nos envolvieron como por ensalmo.
— ¿Cómo ha sabido que venía una borrasca, si no se veía nada por el horizonte? —le pregunté al patrón.
Él sonrió y me dijo:
—Yo no lo sabía, me lo han dicho los delfines.
El patrón del velero sabía observar a los delfines.
Un médico ha desarrollado hábitos para observar determinados síntomas. Un abogado es capaz de observar muchas cosas que a mi se me escapan. Un marinero conoce cuando va a haber una tormenta en el mar, mientras yo sigo diciendo que hace una tarde muy bonita. Un sastre es capaz de observar pequeñas imperfecciones en un traje que a los demás nos parece perfecto.
Equivocarte es una magnífica manera de observar. Los que tienen fobia a los errores tienen tanto miedo a equivocarse que no pueden observar nada. Ellos no son capaces de ver los errores como una manera de realizar ajustes apropiados. No pueden enfrentarse a los errores. Ellos sólo son capaces de hacer cosas bien hechas. O sea, que nunca hacen nada. Ni bien, ni mal hechas. No se mueven. No hacen. Ni siquiera se equivocan. Y equivocarse es la base de la retroalimentación y del aprendizaje.
Es importante ser capaces de observar las equivocaciones para poder corregirlas y seguir adelante. Para hacer esto, es necesario ser objetivo y no destructivo, creativo y no juez. Trata de observar errores que todavía no has detectado para poder corregirlos. Por eso, es mejor hablar de oportunidades, no de errores. Los errores, las equivocaciones son oportunidades que nos permiten cambiar el rumbo.
Las grandes matanzas de la historia, los mayores crímenes contra la humanidad, se han cometido siempre en nombre de la Verdad (con mayúscula), han sido el resultado de fanáticos que se han creído en posesión de la virtud, del nacionalismo legítimo, de la religión verdadera y absoluta, de la única moral aceptable. Pero si observas bien el mundo, te darás cuenta de que hay tantos puntos de vista posibles que la Verdad (con mayúscula) sólo puede caber en la cabeza de personas taradas, en la cabeza de personas enfermas. Si observas bien el mundo, el mundo está lleno de posibilidades. Nada hay más peligroso que las personas que tienen la certeza de que poseen la razón. Ojo, si estás pensando que eso les ocurre a tus adversarios políticos, pero no a los de tu partido; si piensas que eso les pasa a los de otra religión, pero no a la tuya; si estás firmemente convencido de que tus normas morales son las correctas, pero condenas a otros por tener una moral diferente; si de mis palabras deduces que eso les ocurre a los partidarios de otro equipo de fútbol, o a los seguidores de otro tipo de música, o a los partidarios de otro estilo de moda, pero no a la tuya, entonces revisa bien tus postulados, porque posiblemente eres tú quien cree que está en posesión de la Verdad (con mayúscula) Es terrible cuando la moral de un grupo de fanáticos se convierte en ley, obligando a todos los demás ciudadanos a seguir esa moral o acabar muertos o en la cárcel.
Las consecuencias de nuestras acciones son algo muy difícil de observar, sobre todo si tratamos de hacerlo por adelantado. ¿Cómo podemos observar una consecuencia que todavía no ha pasado? Es una gran paradoja. ¿Cómo podemos observar el futuro?
Si te fijas, estamos observando el futuro continuamente. Cuando conduces tu automóvil, estas observando el futuro. Si no lo hicieras, chocarías. Observas el futuro y vas corrigiendo la trayectoria de tu automóvil. Observando consecuencias potenciales, podemos evitarlas por adelantado. Es más difícil todavía cuando queremos observar el futuro a largo plazo. Si hago tal cosa, ¿qué pasará dentro de 10 años? ¿Y dentro de 20 años? Observando el futuro, pero actuando en el presente, podemos elegir el futuro en el que queremos estar y vivir.
Si no tomamos medidas inmediatas, dentro de 10 años la mayor parte de los bosques tropicales habrán sido destruidos. Al ritmo actual, un acre destruido por segundo, en una década tendremos verdaderos problemas en la renovación del oxígeno. Ya hemos destruido dos terceras partes de las selvas tropicales del mundo. La capa de ozono está desapareciendo. Los hielos polares se están derritiendo. Esto son previsiones a largo plazo sobre las que tenemos que tomar medidas ahora mismo. El protocolo de Kyoto ha empezado a trabajar en este sentido. Nuestro comportamiento actual tiene consecuencias en el futuro de la Tierra.
Tu comportamiento actual tiene consecuencias en tu futuro. Dentro de 10 años tu vida será tal como la hayas construido ahora. Por eso es muy importante que observes y preveas las futuras consecuencias de tus acciones. ¿Qué ajustes deberías realizar en este momento?
¿Por qué hay que observar lo que ocurre? ¿Qué ocurre si no observas lo que ocurre? Generalmente, si no observamos lo que ocurre, nos equivocamos y como no observamos el error, volvemos a cometer otro error. Vamos de equivocación en equivocación. Sin embargo, cuando observamos el error, podemos adaptarnos y continuar, aprovechando otras oportunidades. |
Cómo meter un gol cuando se mueve el portero
La base de la ciencia es la observación y la medida. La base del pensamiento operativo es la retroalimentación. Algo cognitivo es algo hecho con el pensamiento. La razón por la que piensas es debido a que tienes la posibilidad de realizar una retroalimentación de cada pensamiento y cada pensamiento produce un pensamiento posterior en base a la retroalimentación.
Pensamiento –> retroalimentación –> pensamiento –> retroalimentación –> pensamiento –> etc.
La retroalimentación (feedback) es lo que nos permite aprender de la experiencia. La inteligencia está basada en la observación. Una persona inteligente observa lo que ocurre cuando produce una conducta y modifica esa conducta en función de los resultados.
Por ejemplo, cuando echas agua a un vaso, observas lo que ocurre y modificas la trayectoria del chorro y su cantidad en función de si el agua entra o no en el vaso, de si se va a desbordar o no, etc. Cuando notas que el agua empieza a llegar al borde del vaso, dejas de verter agua. Si no lo hicieras, el agua se desbordaría y caería al suelo. Sin observación y sin control (sin retroalimentación) o no llenarías nunca el vaso o tirarías el agua fuera del vaso.
Un observador inteligente es un observador objetivo. La habilidad de observar es la objetividad. La objetividad es muy importante al observar cosas. Con la objetividad puedes tener una visión más amplia y clara de la situación.
De hecho, observar las cosas que ocurren es la base imprescindible para poder controlarlas. Observando y midiendo (retroalimentación) es como trabaja la cibernética. Y como trabaja el ser humano también (excepto cuando el miedo le vence). Observando la retroalimentación creada por su pensamiento, con la finalidad de controlarlo, es como trabajan los seres humanos que usan su inteligencia de forma operativa. Los seres humanos que no usan su inteligencia no observan lo que ocurre y no aprenden de su experiencia.
La cibernética fue inventada en 1947 por el Doctor Norbert Weiner (profesor de matemáticas del MIT), como una parte de las matemáticas aplicada al análisis de sistemas y, desgraciadamente, a la tecnología militar. La cibernética ha sido definida como el arte de hacer eficaz la acción. El mayor problema de la defensa antiaérea es que el objetivo se mueve, no es estático. Disparar a un blanco estático es bastante más fácil que disparar a un blanco en movimiento. La única manera de disparar a un blanco que se mueve es haciendo que el sistema aprenda de sus errores y pueda adelantarse a la trayectoria del avión. El sistema dispara, comprueba el blanco, rectifica el disparo, calcula la velocidad y la trayectoria del avión, vuelve a disparar, vuelve a comprobar, etc., en un bucle que se autorregula a sí mismo. Esta clase de tecnología se ha desarrollado fundamentalmente para el mundo militar. Los misiles funcionan de la misma manera. Utilizan sensores de calor para localizar el motor del objetivo y van ajustando su trayectoria a base de sistemas de retroalimentación. La retroalimentación es lo que permite al misil alcanzar su objetivo.
La retroalimentación es lo que nos permite a los seres humanos alcanzar nuestros objetivos. La máquina más perfecta que existe en la Tierra llena de servomecanismos, búsqueda de objetivos, bucles de retroalimentación, sistemas de feedback positivos y negativos, autoestabilizadores, sistemas de homeostasis y control de sistemas se llama ser humano.
Pensamiento –> retroalimentación –> pensamiento –> retroalimentación –> pensamiento –> retroalimentación –> pensamiento –> retroalimentación –> pensamiento –> retroalimentación –> pensamiento –> retroalimentación –> pensamiento –> etc
Edward De Bono inventó el término "Pensamiento lateral" basándose en las investigaciones del Dr. Weiner sobre balística. Lo que hizo fue traducir las investigaciones cibernéticas sobre armamento desarrolladas en el MIT aplicándolas al ser humano. Así, el cerebro es una máquina que procesa información y la forma en la que piensa puede ser explicada en términos de procesos de información. Lo mismo ocurre con cualquier otro órgano del cuerpo humano. Son sistemas que funcionan a través de procesos de autorregulación.
Lo inteligente es ser consciente de eso.
Si pudieras realizar una consulta de opinión a 500 millones de habitantes de la Tierra, ¿qué les preguntarías? ¿Cuál sería tu propia respuesta? |
Hoy te doy el mejor consejo del mundo: hazlo mal, pero hazlo
Mi amigo Juan es Vicepresidente de una de las mayores empresas de marketing por televisión con sede en Nueva York. Producen miles de productos en China y los venden a través de TV en Estados Unidos. Siempre están a la búsqueda de nuevos productos y de nuevas patentes. La máxima de mi amigo Juan es "Si algo vale la pena hacer, vale la pena hacerlo mal" ¿Por qué dice esto mi amigo Juan? A simple vista parece una contradicción si lo dice un hombre que es un experto en marketing y calidad. Pero me gustaría que reflexionaras sobre el significado real de esta frase.
Mi amigo Juan viaja por todo el mundo tres semanas de cada cuatro. Es capaz de realizar los planos de un nuevo producto, patentarlo en todo el mundo, realizar los prototipos y los moldes, viajar hasta Hong Kong para fabricar cincuenta mil piezas y tirarlas todas a la basura al día siguiente, con pérdidas de decenas de miles de dólares. ¿Por qué?
Mi amigo Juan sabe que lo malo puede conducir a lo bueno. Es la paradoja de la acción, de la toma de decisiones, de realizar cosas. Los que tienen fobia a comenzar tienen tanto miedo de hacer algo mal que ni siquiera empiezan. No existe ningún camino seguro para hacer cosas. Mi amigo Juan, al igual que todos los pensadores que pasan a la acción, sabe que lo más importante es comenzar, hacer algo, iniciar el movimiento de proceso. Mi amigo Juan sabe que algunas veces se equivoca y pierde, pero también sabe que la mayor parte de las veces acierta y gana. Y comprueba casi todos los días que cuando se equivoca, su equivocación es el inicio de un nuevo proceso que le lleva al éxito.
Incluso si lo haces mal, estás haciendo. Siempre puedes cambiar cosas, adaptarlas, corregirlas. Puedes hacerlo trabajar y hacerlo trabajar bien, pero primero necesitas comenzar. Lo malo siempre se puede convertir en bueno. El fracaso siempre puede cambiarse en éxito. Tumbarse y esperar a que algo sea perfecto significa la mayor parte de las veces quedarse en la idea. Y las ideas no sirven. ¿Sabías que las ideas no se pueden patentar? Ninguna oficina de patentes te aceptará patentar una idea, sólo aceptan proyectos desarrollados.
Hazte preguntas: - ¿Cómo obtiene las ganancias esa empresa? - Cuando nadas, ¿cómo haces para respirar? - ¿Por qué esta tienda cierra a las seis y las demás a las cinco? - ¿Puedo trabajar media hora más? ¿Y media hora menos? - ¿Por qué fue rechazada mi petición? - ¿Puedo conseguir una garantía de reembolso? - ¿Cómo puedo disfrutar mejor de mis horas libres? - ¿Por qué necesito estar siempre ocupado? - ¿Cuáles son mis habilidades? - ¿Quién tiene influencia sobre mi? ¿Por qué? - ¿Qué falla aquí? ¿Por qué no funciona? - ¿Quién decide sobre este tema? - ¿Por qué existe esta norma? ¿Sigue sirviendo? ¿Se puede modificar? - ¿Cómo puedo hacer para que esta tarea sea más divertida?
Haz una lista con diez preguntas que puedan incrementar tus opciones en algún aspecto importante de tu vida: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10.
Si te dieran la oportunidad de hacer una pregunta a alguna persona (actual o histórica) que para ti sea muy importante, ¿cuál sería esa pregunta? ¿Y cuál crees que sería su respuesta?
Si pudieras preguntar algo a un habitante de la Tierra de dentro de 150 años, ¿qué le preguntarías? ¿Puedes imaginar cuál sería su respuesta?
Aunque te pueda perecer extraño, me gustaría saber cuáles son tus preguntas y tus respuestas a las dos cuestiones anteriores.
|
Es imposible encontrar algo si no lo buscas, porque las preguntas son la respuesta
Ninguna idea tiene valor hasta que no es puesta en marcha. Mientras no es puesta en marcha no podemos saber nada sobre ella. Existe un enorme vacío entre saber y hacer. Es como una impresionante barrera que separa el conocimiento de la acción.
Decimos: "sí, ya lo conozco eso" y desviamos nuestra atención hacia otra cosa. Lo hemos visto mil veces, lo hemos oído dos mil veces, pero sólo tenemos un conocimiento teórico sobre ese asunto. No lo hemos experimentado, no lo hemos probado y, sin embargo, lo damos como conocido. Y lo descartamos porque ya lo conocemos. Se suele decir que los pensadores no son los que hacen y que los que hacen no son pensadores.
Una vez que pasamos del conocimiento a la acción abrimos una ruta nueva que se llama feedback, retroalimentación. Nuestras acciones tienen consecuencias y son estas consecuencias quienes nos permiten evaluar la eficacia de nuestro comportamiento. El pensamiento no es una fuga de la acción, es simplemente su base.
Supongo que ya te habrás dado cuenta de que el común denominador de lo que te estoy tratando de transmitir con estas reflexiones sobre la inteligencia es la importancia del movimiento: Escapar del Punto de Vista Actual y búsqueda de un Mejor Punto de Vista.
Para una persona que utiliza su inteligencia operativa, una aproximación creativa a la vida significa un acercamiento de búsqueda. "Búsqueda" era el modus operandi de los caballeros medievales, la cruzada, encontrar el Santo Grial. Salían a la aventura, retando desafíos y metiéndose en problemas. Eran hombres de acción. Hacían lo que los caballeros hacían. No les importaba tanto encontrar el Santo Grial, sino el mismo hecho de buscarlo. | |